Un vecino de Benicàssim ha sido condenado a tres años de cárcel por dos delitos de violencia de género y otro de violencia familiar, ya que insultaba, vejaba y maltrataba a su mujer y también a su hija. A esta última, de 16 años de edad, por el simple hecho de que tenía novio.

Según contempla la sentencia del juzgado de Violencia Sobre la Mujer, a la que ha tenido acceso Mediterráneo, los hechos se sucedieron desde el año 2010. El acusado comenzó a dirigirse a su mujer de forma despectiva, usando vocablos tales como “mostrenca” y “asquerosa”, con continuos desprecios con ella, situación que se reprodujo con su hija a partir del momento en que esta comenzó a relacionarse con chicos de su edad.

En este contexto, en marzo del 2010, cuando su esposa se encontraba en el cuarto de baño, el ahora condenado comenzó sin más a proferir insultos contra ella para, acto seguido, con el ánimo de menoscabar su integridad y de imponer su dominio sobre ella, colocarle los puños bajo el mentón y empujarle contra la pared mientras le preguntaba si le dolía.

El 26 de abril del 2010 se inició otra discusión entre el padre y la hija por el hecho de que esta a salía con un chico. Así, al mediar la madre este la cogió del brazo y del cuello y la empujó contra la encimera de la cocina. Madre e hija abandonaron el domicilio.

En otra ocasión, una vez ya cesada la convivencia, el 15 de abril del 2011, el acusado esperó a su hija en la puerta del IES Violant de Casalduch, en el cual estudiaba la joven, y, al verla con su novio, y acercarse esta a su padre, le espetó: “¿No te da vergüenza?”. Sacó un billete de 20 euros y, con ánimo de atentar contra su integridad, se lo puso en el pecho de un golpe.

El hombre enviaba reiterados mensajes a los teléfonos móviles de su esposa e hija, con ánimo de vejar, atemorizar y subyugar a las mismas. Con motivo de su comportamiento madre e hija sufren ansiedad y síntomas depresivos. H