¡Cómo ha cambiado el cuento! De decenas, centenares, de personas afilando los codos en la puerta de El Corte Inglés para ser las primeras en comprar algo de rebajas a siete concursantes de Operación Triunfo disfrutando de media planta para ellos solitos durante una hora para llevarse lo que quisieran. El sueño de todo consumista, hecho realidad. Sucedió la noche del miércoles en los grandes almacenes de la plaza de Cataluña.

Podría pensarse que la histeria se apoderaría de los «niños», tal y como les llaman los miembros del equipo de producción del programa. Pero los triunfitos se comportaron casi con el mismo temple con el que salen al escenario cada lunes. Son chicos sanos, normales. Así que no dieron el cante con escenas casposas como las que a veces se veían en aquellas épocas de codazos y zancadillas en pos de obtener la misma pieza rebajada.

Llegaron Alfred, Amaia, Agoney, Roi, Miriam, Aitana y Ana Guerra procedentes de la Academia medio engañados porque no sabían que iban a tener un cheque en blanco para comprar lo que quisieran en la Planta Joven de El Corte Inglés. Fue conocer la sorpresa de boca de Noemí Galera, directora de la Academia, y ponerse a dar saltos y gritos de alegría. Poco más. Parecen tener la cabeza bastante en su sitio. Aun así, depararon momentos divertidos. Alfred pidió unos zapatos y cuando le preguntaron por la talla, soltó un «me da igual, me adapto». A Aitana se le iluminó la cara cuando, buscando unos jerséis, se dio cuenta de que sonaba su voz en el hilo musical: «Qué chulo, ¡eh!». A Agoney le pasó lo mismo mientras esperaba a que le trajeran las deportivas que había pedido y lo celebró haciendo un dúo consigo mismo.

Por cierto, ¿quién triunfó en esta operación rebajas de Operación Triunfo? Si fuera por el número de bolsas con las que volvieron a la Academia, Miriam. Cinco llenó en tres cuartos de hora. ¡Y le sobraron 15 minutos!