La vida de decenas de jóvenes de Castellón que siguen atrapados por la devastación laboral transcurre despacio, muy despacio, como si sus días se repitieran en bucle. Son los ninis, todo un ejército de chicos y chicas de entre 16 y 29 años que ni estudia ni trabaja. Y aunque la recuperación es ya un hecho y se crea empleo con fuerza, lo cierto es que el 18,6% de los jóvenes de la Comunitat Valenciana siguen instalados en el limbo de la falta de oportunidades, según el Ministerio de Educación. Y eso significa que en la provincia todavía existen 14.000 jóvenes que no tienen ocupación y que tampoco estudian. La mayoría sigue en casa de los padres.

Aunque muchos ninis son universitarios, los más numerosos son los que tienen menos formación. Algunos ni siquiera han acabado la ESO. Abandonaron los estudios para empezar a trabajar, pero la crisis se llevó por delante su empleo. Hoy siguen sin un trabajo estable y con nula formación. No dan un paso adelante. Muchas veces por apatía. Otras porque no pueden plantearse pagar los cursos que les sacarían del ahogo formativo y quizá laboral.

A ese colectivo, el de los jóvenes que no encuentran trabajo y, además, tienen escasa formación, va dirigida una de las medidas que va a poner en marcha este mismo año el Gobierno. La ministra de Empleo, Fátima Báñez, acaba de anunciar un complemento salarial de 430 euros mensuales, una medida que en Castellón podría llegar a beneficiar a 8.500 menores de 30 años, según cálculos de la Subdelegación del Gobierno en Castellón.

Pero, ¿qué implica esa nueva medida anunciada por el Gobierno? ¿Qué requisitos habrá que cumplir para poder beneficiarse de lo que algunos ya han denominado como cheque- nini? Empleo ya ha aclarado que solo podrán optar a los 430 euros mensuales los jóvenes que estén inscritos en el Sistema Nacional de Garantía Juvenil y, además, firmen un contrato laboral de formación.

El programa de Garantía Juvenil, financiado con fondos europeos y que se puso en marcha a principios del 2014 con el objetivo de luchar contra el paro juvenil, tiene en España 592.786 jóvenes inscritos, de los que casi 40.000 son de la Comunitat Valenciana. Las cifras de ahora, sin embargo, poco tienen que ver con la de finales del 2015, cuando en la Comunitat apenas había 7.300 inscritos y en Castellón 835. Para dar un empujón al sistema, en diciembre pasado se cambió la ley para incorporar automáticamente a todos los desempleados menores de 30 años que se apunten al paro. Y eso explica porqué en tan poco tiempo las cifras de inscritos se han disparado. Además, el Gobierno cree que el dato seguirá creciendo en los próximos meses y estima que este nuevo incentivo podrá beneficiar a unos 800.000 jóvenes españoles.

EL CONTRATO, IMPRESCINDIBLE

Además de estar en el sistema de garantía juvenil, el joven tendrá que firmar un contrato de formación y aprendizaje, que incluye un régimen de alternancia de actividad laboral retribuida en una empresa, con actividad formativa recibida en el sistema de formación profesional para el empleo (certificados de profesionalidad) o del sistema educativo (título de FP). En este tipo de contratos la retribución no puede ser inferior al salario mínimo interprofesional, fijado en 707,7 euros, y el empleador tiene una reducción de la cuota empresarial de hasta el 100%. Con el complemento salarial anunciado ahora por el Gobierno, los jóvenes beneficiarios pasarán a cobrar así un mínimo de 1.137,7 euros mensuales.

La ayuda directa anunciada por la ministra de Empleo, y que podía entrar en vigor antes de que acaba el año y durar 18 meses, es la derivada del complemento salarial que Ciudadanos planteó ya en sus programa electoral y que se incluyó en el documento de 150 medidas pactado por la formación naranja con el PP. El dinero para complementar el salario de estos jóvenes se pagará con fondos europeos y no a través de los presupuestos.

A pesar de que la medida ya ha sido anunciada, todavía quedan muchas cuestiones por ajustar. De hecho, se debe realizar una conferencia sectorial con las comunidades autónomas para analizar el impacto y estudiar cómo se va a poner en práctica una iniciativa que, de entrada, no gusta nada a los sindicatos ya que consideran que el coste lo deberían asumir los empresarios.

CRÍTICAS SINDICALES

CCOO considera que esta medida consolida el crecimiento de un tejido productivo low cost, que lastra la competitividad de las empresas que no reciban estas ayudas y que, además, genera dumping social. «Esta propuesta subvenciona el empleo que no quieren pagar las empresas», aseguran desde CCOO, que insiste en que el problema del paro juvenil en España no se resuelve «con medidas aisladas, sujetas a la existencia de unos fondos europeos y es necesario abordar este problema con seriedad y objetivos claros».