Cuando uno se siente enfermo, tiene dolor o sufre algún otro síntoma que haga sospechar una enfermedad, acude al médico de cabecera. La salud depende, en ese primer momento, de uno mismo, que toma conciencia de que algo en su cuerpo no va bien y le pone remedio. No es así en el caso del alzhéimer, una enfermedad degenerativa, crónica y progresiva que conlleva una pérdida gradual de la memoria y la autoestima de los pacientes. Por eso su diagnóstico depende de otros. De los hijos, de la pareja, de los amigos. Son ellos los primeros que se dan cuenta de una enfermedad que ya afecta a 12.000 personas en Castellón, según datos oficiales recopilados por la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de Castellón (AFA). En la Comunitat son más de 100.000 y en todo el país la cifra supera los 800.000.

Estadísticas aparte, para enfermos y familiares, el alzhéimer es hoy por hoy un trauma que tarda diez años en dar la cara desde los primeros síntomas y que, debido al envejecimiento progresivo de la población y al incremento del número de personas mayores de 80 años, duplicará la cifra de enfermos en el 2025 y la triplicará en el 2040, de acuerdo con las previsiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Que la prevalencia de la enfermedad va a más en Castellón lo demuestran los datos que analizan las causas de muerte en la provincia. En el 2000, se le atribuyeron a esta dolencia 125 defunciones (5.382 en todo el país). En 2012 (último año con datos) fueron 230, casi el doble. Un aumento enorme si se tiene en cuenta que el número total de muertes creció un 10% en ese periodo.

30.000 EUROS AL AÑO // Cuidar a un enfermo de alzhéimer cuesta al año 31.890 euros, según un estudio de AFA-Castellón publicado hace unas semanas por Mediterráneo, un gasto que las familias que pueden asumen mientras esperan que un avance científico dé solución a este cruel olvido. “Una de las claves está en la detección precoz, ya que permitiría reducir a la mitad los costes. Sería vital la realización de un screening neurológico a toda la población al cumplir 65 años, de la misma forma que ahora se hacen mamografías para prevenir el cáncer en mujeres”, defiende Emilio Marmanéu, presidente de AFA Castellón.

Mientras llegan las medidas preventivas, la mayoría de los 12.000 enfermos de Castellón son atendidos en el entorno familiar. Y muchos de ellos acuden a diario a unidades de respiro y centros de día. AFA tiene instalaciones en prácticamente todas las comarcas de la provincia, a las que hay que sumar residencias y centros de carácter privado.

El centro de atención a personas dependientes Gran Vía de Castellón es uno de ellos. Cuenta con un centro de día y residencia de atención a personas con demencia, donde diariamente reciben una atención integral 50 usuarios. “Cada año, el número de personas que padecen alzhéimer aumenta. La prevalencia de las demencias, sea cual sea su tipología, aumenta de forma exponencial de 65 a 85 años”, dice Luis Fuster, coordinador del centro.

APOYO A LAS FAMILIAS // Médicos, enfermeras... quienes atienden a diario a las personas con alzhéimer confirman que la atención a los familiares de los enfermos también resulta esencial. “En AFA trabajamos muchísimo con las familias. Todos nuestros usuarios son personas que viven con sus parejas o con sus hijos, de ahí que el cuidado al cuidador sea esencial”, cuenta Carina García, neuropsicóloga y directora técnica de AFA Castellón.

Luis Fuster también va en la misma línea. “La enfermedad afecta al ámbito social y familiar del propio usuario. Por ello, tenemos diferentes talleres psicoeducativos y de apoyo a familias en los que los mismos familiares pueden expresar sus propios sentimientos y experiencias”. H