A Lidón cada vez que escucha hablar de la importancia de la prevención del cáncer de mama le entra la risa. O las ganas de llorar. Esta funcionaria de Castellón (prefiere que no se publique su apellido) lleva esperando una cita con la Unidad de Diagnóstico Precoz de la calle San Vicente desde el pasado septiembre. «Me dijeron que por lista de espera me llamarían en enero, pero todavía no lo han hecho», asegura en una conversación telefónica.

No es el caso más grave. Un lectora de Mediterráneo denunciaba hace tan solo unos días que debe esperar año y medio para que le realicen una prueba en el servicio de Neurofisología del Hospital General de Castellón. Sí, han leído bien 18 meses. «He hecho una reclamación, pero la Conselleria me ha venido a contestar que es lo que hay. No hay derecho a esto como tampoco lo hay a que llames a tu centro de salud para que te visite el médico de cabecera y te den cita para dentro de tres o cuatro días. Al final acabas recurriendo al servicio de Urgencias, que en Castellón también está colapsado», denuncia.

Las esperas en la sanidad pública se eternizan en Castellón. Los sindicatos lo saben y aseguran que el tiempo de espera para una primera visita a un especialista no baja de los cuatro meses. «Nos han llegado casos de ciudadanos que han esperado cinco meses para una primera visita con el oftalmólogo y en Dermatología sucede algo muy similar», coinciden las fuentes consultadas, que aseguran que todo lo que excede de los tres meses es «inadmisible».

El cuello de botella es la atención especializada, pero de los retrasos no se libra ni siquiera la atención primaria. «En los últimos años, y debido a los recortes, las esperas se han multiplicado. Lo grave es que para una primera cita con el especialista se debe esperar hasta seis meses, pero después llegan nuevas esperas. Al final, el paciente se palnta con un diagnóstico que llega con casi un año de retraso», apunta Carmen Flores, presidenta de la Asociación Defensor del Paciente. El problema, asegura Flores, es cuando se trata de una enfermedad grave. «Entonces sí que se llega tarde y eso puede tener unas consecuencias nefastas», añade.

La Organización Medica Colegial (OMC) alerta de que el 52,5% de los médicos sufren sobrecarga. «la voluntad política para solucionar el problema es cero. En muchas comunidades ha habido un cambio de color político, pero los problemas en la sanidad siguen siendo los mismos», lamenta la presidenta de una entidad que cada día recibe decenas de denuncias (muchas de Castellón). «A la gente le digo que tiene que hacerse oir y protestar».