Confusión, desconcierto, rechazo y, a menudo, indignación. Son las claves de la reacción que muestran la mayoría de las asociaciones castellonenses ante la obligación de presentar sus cuentas a Hacienda para tributar por el impuesto de sociedades a partir de este año, lo que supone llevar la contabilidad para poder presentar la declaración en julio del 2016, un nuevo control del departamento que dirige Cristóbal Montoro y que rechazan.

Entre las decenas de entidades consultadas, la mayoría descubrió la nueva obligación a través de Mediterráneo, lo que dio pie a una primera pregunta: ¿Cómo es posible que no nos hayan informado? La respuesta la aportó el portavoz de la Asociación de Asesores Fiscales en Castellón, Luis Chinchilla, quien confirmó que el desconocimiento de la norma no exime de su cumplimiento. Sin embargo, las organizaciones, desde las más pequeñas y creadas para cuestiones puntuales --tres matrimonios que lo hacen para obtener la matrícula de su carro en las fiestas de la Magdalena--, hasta las más grandes, echan de menos una notificación.

A esas entidades de menor tamaño (peñas, colectivos vecinales, de padres y madres, clubs deportivos...) les asusta tener que llevar la contabilidad. Desde distintas agrupaciones festeras señalan, por ejemplo, como una traba para su trabajo desinteresado por las fiestas el tener que llevar los números, lo que, con toda probabilidad, implicará contratar a un gestor, algo que cuesta dinero.

Santiago López, del grupo de teatro El Taronger, muestra su indignación porque “se van a cargar la cultura”. El presidente de la Federación de Dolçainers, Juanjo Trilles, explica desde la inquietud que se están documentando para ver el alcance de una modificación que aún no tienen clara, mientras que Andrés Bort, desde la Federació Gestora de Gaiates dice no saber nada. Por su parte, el presidente de la Federación de Caza en Castellón, Iván Sánchez, señala que están en proceso de informar a todos sus clubes de la novedad, así como que les apoyarán con sus servicios jurídicos. H