Comienza la cuenta atrás. A partir de hoy las televisiones comenzarán a emitir algunos de sus canales a través de frecuencias diferentes, aunque cohabitarán con los antiguos hasta el 1 de enero del 2015. Es una de las consecuencias de la implantación del llamado dividendo digital, el proceso que va a reformar la distribución del espectro radioeléctrico para poder incorporar a él los servicios de la tecnología móvil 4G y hacerlos convivir con los de radio y televisión.

Este cambio lleva aparejada una reforma de las antenas de muchas viviendas. De hecho solo se van a salvar quienes habiten en viviendas unifamiliares y chalets. El resto, 181.667 familias de Castellón que en la provincia viven en bloques de pisos (hay 16.965 fincas afectadas, como ya publicó recientemente Mediterráneo) desde ya tendrán que realizar cambios. Y esos cambios pasan obligatoriamente por llamar a un instalador para que realice las adaptaciones de los sistemas de antena colectiva. Deben llamarlo y, lógicamente, pagar por el servicio. Porque lo que está claro, a juicio de las asociaciones de instaladores eléctricos y del Colegio de Administradores de Fincas de Castellón y Valencia, es que las ayudas que ha prometido el Gobierno no van a ser suficientes y buena parte de los usuarios tendrá que rascarse el bolsillo.

Las principales asociaciones del sector de las telecomunicaciones ya han calculado que la subvención del Gobierno solo cubrirá entre el 50 y el 60% del coste total de la resintonización de las antenas en la provincia. El Ministerio de Industria ha reservado para Castellón una partida de 3.548.168 euros, aunque no ha especificado de dónde saldrá ese dinero (en el conjunto nacional son casi 300 millones) y cuándo empezará a abonarse. En cualquier caso, los propietarios de la provincia deberán pagar, al menos, otros dos millones por ver la televisión. “Lo que está claro es que las ayudas van a ser del todo insuficientes”, advierte Miguel Portero, portavoz de la Asociación de Empresarios de Instalaciones Eléctricas de la Comunitat valenciana.

El Colegio de Administradores de Fincas de Castellón y Valencia asegura que a la hora de tratar de averiguar a quién le tocará pagar más y quién pagará menos hay que distinguir entre los edificios que tengan amplificadores multifrecuencia y los que no lo tengan (que son la mayoría). “En este último caso el desembolso va a ser mayor y la ayuda del Gobierno apenas cubrirá la mitad del desembolso total”, cuenta José Sales, presidente del colegio.

ENTRE 250 Y 500 EUROS // Aunque el abanico de precios es muy alto, todos los antenistas de la provincia consultados coinciden en señalar que el coste oscilará entre 250 y 500 euros por edificio. “Se están presupuestado fincas por 300 euros y otras por 550, depende del tipo de amplificador que tenga cada uno y, lógicamente, no se subvencionará todo el importe”, explican desde antenas Ramiro Porcar, en la capital.

Desembolso económico aparte, el grueso de los administradores de fincas de la provincia y muchos presidentes de escaleras cuyos bloques de pisos no disponen de administrador han empezado ya a engrasar la maquinaria. Y lo primero es pedir presupuesto. “Hace semanas que hay muchos ciudadanos que nos llaman para pedir información. Solo tenemos dos meses, así que ya hemos pedido varios presupuestos”, dicen desde Gestiones Mestre.

Una vez aprobado el presupuesto y ejecutados los cambios en las antenas, los propietarios deberán abonar el coste al antenista y, posteriormente, solicitar la subvención al Gobierno. “Como hay una ayuda económica es esencial que quien realice el servicio sea una empresa autorizada, no sea que luego se vaya a pedir la ayuda y todo sean problemas”, explica José Luis Domingo, secretario de la Asociación de Instalaciones Eléctricas de Castellón.

POSIBLES INTERFERENCIAS // Pero la resintonización no va a ser suficiente. “Los problemas van a venir después del 1 de enero. Es posible que existan interferencias entre la señal de 4G y la de radiofrecuencia y que haya días en que uno no puede ver la televisión y enviar un whatsapp al mismo tiempo”, avisan los instaladores. Y entonces, habrá que volver a llamar al antenista y, previsiblemente, volver a pagar. H