Terrible», «muy grave», «máxima preocupación»... son los calificativos que ayer utilizó el presidente de la patronal española azulejera Ascer, Isidro Zarzoso o el director general del Grupo Industrial Pamesa, Jorge Bauset, para valorar los efectos negativos que, a buen seguro, generará la huelga de los estibadores portuarios que se ha convocado para tres días de la semana (20, 22 y 24 de febrero), pero con visos de prolongarse en el tiempo si se mantiene el pulso con el Ministerio de Fomento. Ayer la reunión entre los comités de los trabajadores y el Gobierno terminó sin acuerdo, y el sector se prepara ya para lo peor.

«La huelga por supuesto que va a afectar al sector azulejero», subrayó ayer Isidro Zarzoso. ¿La razón? «Frenará la inercia de crecimiento y de servicio que mantiene la industria, porque lo que se pierde, no se recupera al 100%, ni siquiera aunque después se acelerara el proceso de cargas y envíos», añade el titular de Ascer.

El sector viene produciendo en la actualidad unos 500 millones de metros cuadrados de recubrimientos cerámicos, un material que «en el 70%» se expide a todo el mundo por vía marítima. Solo el mercado europeo, en especial Centroeuropa, se suministra por carretera --hacerlo por ferrocarril es, a día de hoy, materialmente casi imposible, tal y como denuncian--. Y de ese 70%, las cargas se reparten «casi al 50%» entre el puerto de Valencia, que copa los envíos de larga distancia, y el puerto de Castellón, que absorbe el de cabotaje (entre recintos portuarios) y aquellos destinos de media distancia del Mediterráneo, principalmente.

Máxima preocupación es también la que muestra el director general del Grupo Industrial Pamesa, Jorge Bauset, la mayor productora de baldosas de España y una de las líderes a nivel mundial. «Una huelga de estibadores, para la industria en general, y por supuesto para la azulejera, es terrible, sobre todo si se convierte en general y se paralizan los puertos», subraya, «porque obligará a cerrar las fábricas, ya que no tendrán espacio suficiente para almacenar todo lo que produzcan sin cargar el material».

SUELDOS ESTRATOSFÉRICOS // Los empresarios apelan a que «los estibadores cumplan la ley que marca la UE». «Las relaciones laborales de los estibadores son de hace un siglo, y nadie las ha cambiado. Nos frenan la competitividad y hacen que el transporte sea más caro», denuncia Bauset. Zarzoso va más allá y denuncia que «hay sueldos» de los profesionales de la carga y descarga de los puertos «alcanzan hasta los 180.000 euros», aprovechando el monopolio que tienen en el eslabón del transporte marítimo.