El alcalde de Castellón, Alfonso Bataller, ha asegurado que mantendrá la exigencia de que la Conselleria de Sanidad modifique el Decreto Legislativo 1/2003 que prohíbe, en su artículo 18.4.f, el consumo de alcohol en la calle con carácter general más allá de las 22.00 horas. “Creemos que la nueva ley en redacción debe matizar mejor el consumo en la calle. No queremos que se legalice el botellón, pero sí que se tengan en cuenta de forma explícita determinadas zonas de Castellón”, ha dicho en alusión a las tascas.

La sentencia del Tribunal Supremo (TS) que restituye la legalidad del artículo 26 de la Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana fue acogida con sorpresa y alivio el pasado jueves. Ni el área jurídica ni la cúpula política municipal eran optimistas dado que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) había dado la razón en las dos ocasiones precedentes a la Asociación Castelló Sense Soroll en su intento de prohibir el consumo de bebida en la calle.

La resolución del Supremo solo dice que es correcta la delimitación de las tascas a las calles Barracas e Isaac Peral y a parte de la plaza Santa Clara, así como también avala la preceptiva autorización municipal que marca la norma para beber en la calle. Sin embargo, no cuestiona el citado Decreto Legislativo del Consell que prohíbe el consumo de bebida en la vía pública, de ahí que el consistorio desee una modificación de calado en la normativa autonómica que impida que Sense Soroll explore con éxito nuevos frentes judiciales. Desde el consistorio están convencidos de que el colectivo vecinal volverá a la carga en los tribunales.

El concejal de Sostenibilidad, Gonzalo Romero, se reunió ayer con los empresarios de las tascas para informarles de la sentencia favorable. De momento, las tascas seguirán sometidas hasta el próximo 31 de diciembre a las restricciones horarias que marca su declaración como Zona Acústicamente Saturada (ZAS). H