Si el PSOE es una guerra, y lo es, el parte de ayer indica que los dos bandos en conflicto no cedieron un milímetro en sus posiciones, defendidas puerta a puerta. Partidarios y detractores de Sánchez luchan por hacerse con las riendas del partido. El líder mantiene su plan de un congreso exprés y Susana Díaz avisa de que no lo permitirá.. Por su parte, Ximo Puig deja entrever una abstención de los socialistas que permitiría formar gobierno a Rajoy.