Que nadie se engañe. El objetivo turístico en Castellón es doblar la cifra de visitantes extranjeros pero, hoy por hoy, el grueso de las familias que eligen la provincia para pasar sus vacaciones proceden de otras provincias españolas. Y, fundamentalmente, de Alicante y Valencia. La Comunitat valenciana aporta casi el 35% del total de turistas nacionales que llegan casa año a Castellón y su presencia se ha incrementado un 9,44% en el último año, según datos del Patronato de Turismo.

Más de la mitad de los visitantes que cada año recibe Castellón eligen para hospedarse la habitación de un hotel, un sector que no para de crecer (ya lo hizo en el 2013) y que ha cerrado 2014 con algo más de un millón de visitantes, una de las mejores cifras de los últimos años.

A los cámpings y apartamentos reglados les sucede algo similar. Los primeros recibieron, de enero a noviembre del 2014, la visita de 223.049 turistas, casi 11.000 más que durante todo el año anterior. Para los apartamentos las cifras también son positivas: 138.229 turistas en los once primeros meses del año pasado, 12.600 más que durante el 2013. Y aunque las cifras son buenas, los empresarios de apartamentos siguen luchando por la competencia ilegal que, en Castellón, se estima que mueve varias decenas de millones de euros cada año.

Otro de los sectores que va a cerrar el año en positivo es el del turismo rural. Después de seis años con las cifras a la baja y el negocio en fase menguante, el año que acaba de cerrar rompe, por fin, la tendencia. Lo hace gracias a la reactivación de la demanda interna. Un solo dato basta para entenderlo: hasta noviembre 35.377 turistas (más del 95% eran de procedencia nacional) eligieron una casa o un hotel rural del interior de Castellón. Durante el mismo periodo del 2013 lo hicieron 29.531, lo que da un respiro a un sector que encadenaba años con la línea descendente. H