La provincia afronta la amenaza de gota fría de los próximos días prácticamente con las mismas infraestructuras que en septiembre del 2009, cuando las lluvias torrenciales inundaron decenas de zonas desde Vinaròs hasta Almenara. Dos años después de aquel episodio que inquietó a la sociedad castellonense, solo se han ejecutado obras puntuales para evitar que se repitan los múltiples problemas ocasionados por el agua, sin abordar los proyectos de mayor envergadura y calado que evitarían inundaciones de forma definitiva.

Así, los puntos negros que año tras año centran los problemas volverán a desafiar otro otoño a las adversas condiciones meteorológicas que se avecinan. Estos son: la Ratlla del Terme entre Benicarló y Vinaròs, sin previsión de actuaciones; la Rambla de Alcalà, cuyo encauzamiento hizo público el pasado julio la Confederación Hidrográfica del Júcar, valorado en 13,8 millones, aunque las obras todavía no han comenzado; el barranco Torrent de Nules, donde las obras de drenaje estaban consideradas de urgencia en el año 2004 y aún están pendientes de dotación presupuestaria; o la Marjaleria de Castellón, donde todavía hay trabajos por hacer de los previstos, ya que el Ayuntamiento ha licitado esta semana por 243.700 euros las obras de bombeo de las aguas pluviales retenidas en la partida Brunella, en la margen del río Seco, lo que contribuiría a prevenir riadas.

Burriana y Vila-real, por el contrario, son los dos únicos municipios que han hecho los deberes para evitar que se repitan los incidentes del 2009 que anegaron gran cantidad de bajos de viviendas, calles y caminos de los términos municipales. En el primer caso hace un mes que terminaron las obras de construcción de un macrocolector que discurre por la carretera del Puerto, cuyas inmediaciones quedaron inundadas en la última gota fría. Vila-real también se ha preparado para el mal tiempo con el colector de la carretera de Onda que recogerá el agua. En este caso, no obstante, todavía está pendiente el colector oeste, condicionado a la ejecución de la ronda suroeste que sigue sin fecha de inicio.

Por otra parte, desde el Grupo para el Estudio y la Conservación de los Espacios Naturales valoraron que las inundaciones en la provincia son “un mal endémico, fruto de los errores del pasado y de que se está construyendo en zonas potencialmente con riesgo de inundabilidad”. “La solución pasa por hacer obras públicas que reconduzcan las aguas”. H