La provincia de Castellón ha visto incrementarse en 2.573 el número de extranjeros con autorización para residir en el último año. Así lo refleja el último informe del Observatorio Permanente de la Inmigración del Ministerio de Trabajo, según el cual por primera vez se supera en Castellón la barrera psicológica de los 100.000 inmigrantes legales.

En concreto, según este informe, 100.236 personas de otros países residían en la provincia a 31 de diciembre del 2011. Los ciudadanos de la Unión Europea han aumentado en 1.798 y los extracomunitarios, en 775.

Respecto a las tres nacionalidades con mayor presencia en la provincia, la comunidad rumana ha aumentado, de 47.213 a 49.007. Igualmente, los marroquís han pasado de 18.719 a 19.260. Por contra, los colombianos han disminuido, de 3.803 a 3.717.

SIGUEN LLEGANDO // “A pesar de la crisis, siguen llegando inmigrantes a nuestra provincia, aunque en menor medida que en años anteriores”, apunta Mar Valero, del Observatorio Permanente de la Inmigración de la UJI. Valero constata que, si bien los contratos tanto a población inmigrante como autóctona se han reducido en los últimos años, influyen otros factores como el trabajo en la economía sumergida, las ayudas sociales, el acceso a la educación y la sanidad... A ello se suman las situaciones en sus países de origen, ya que, “como nos encontramos en una situación de crisis mundial, a lo mejor en sus países están peor que aquí, por lo que buscan una oportunidad”.

“Es difícil hablar de que haya colectivos inmigrantes que se estén yendo de Castellón”. Más de que nacionalidades, Valero habla de grupos con rasgos en común. Así, indica, en general, los extranjeros con “arraigo social en su lugar de residencia, que han ampliado su red social de apoyo y han efectuado una reagrupación familiar permanecen en el lugar de destino”, igual que los que cobran prestación por desempleo.

Igualmente, Elena Ramona Bucur, en su tesis doctoral, refleja que los rumanos residentes en Castellón no se plantean un retorno definitivo aunque “la crisis ha hecho dar un giro a los roles en las familias rumanas que viven en Castellón, y son las mujeres las que mantienen a la familia”. De hecho, hay una feminización de la inmigración, especialmente de la comunitaria. De los 2.573 extranjeros que hay de incremento respecto al año anterior, 1.446 eran mujeres y 1.127 varones.

Según Valero, aunque el paro afecta por igual a españoles y extranjeros, la crisis incrementa la vulnerabilidad de estos últimos, por las desigualdades laborales y que muchos se endeudaron para poder venir y asentarse y no tienen redes de apoyo. H