La Generalitat dio ayer marcha atrás y anunció que en dos semanas modificará la resolución de la Conselleria de Medio Ambiente por la que se suspendió una carrera de montaña en Alcudia de Veo y que ponía en peligro la celebración de más de una veintena de pruebas este verano.

La rectificación llega después de que alcaldes, Diputación y organizadores de eventos deportivos pusieran el grito en el cielo por el impacto que podía tener la medida en unos municipios para los que económicamente era un golpe muy duro. El director general del Medio Natural y de Evaluación Ambiental, Antoni Marzo, anunció que, en momentos de riesgo de incendio extremo, serán los ayuntamientos y la Dirección General de Emergencia los que tendrán la última palabra «para decidir si una prueba se suspende o tomar medidas excepcionales de seguridad».

En el caso de las carreras que se disputen en un único término municipal serán los propios consistorios quienes se encarguen de estas decisiones, mientras que en eventos que abarcan varias localidades, la Generalitat será el «órgano competente sustantivo».

DISCULPAS

Marzo pidió disculpas a los 100 deportistas que se quedaron sin competir en Alcudia de Veo, y lamentó el revuelo que ha generado una resolución que, añadió, «no pretende prohibir este tipo de marchas» sino «facilitar la tarea de los servicios de emergencia en el caso de que se produjera un incendio durante su celebración». Así, una de las alternativas a la suspensión pasaría, según el director general, por «restringir el acceso a los espectadores a zonas forestales». «El problema no es tanto que los runners puedan originar un fuego, sino su evacuación si se da esta circunstancia», argumentó.

La nueva norma también clarificará los casos en los que se podrá tomar una determinación de estas características. «Solo se aplicará en momentos meteorológicos extremos», explicó Marzo, para quien el «malentendido» del pasado fin de semana en Alcudia de Veo ocurrió porque «cuando la Agencia Estatal de Meteorología activa la preemergencia 2, en zonas montañosas automáticamente entra en marcha la alerta máxima». No obstante, indicó que en el futuro habrá que «calibrar en cada caso las condiciones climáticas», y apeló a la «corresponsabilidad entre las administraciones».

IMPACTO ECONÓMICO

En cualquier caso, y pese a que Marzo resaltó que solo cabría la suspensión con temperaturas cercanas a los 40º y viento de poniente, la inquietud en los municipios que en las próximas semanas organizan carreras de montaña seguía ayer. El primer edil de Atzeneta, Santiago Agustina, pidió una reflexión para evitar en la medida de lo posible prohibir estas pruebas porque, en su caso, «la Pujada a la Nevera multiplica por tres la población habitual, con el impacto que esto tiene en el comercio local».

El munícipe de la Serra de’n Galceran, Manuel Sales, habló de «desastre» económico para los negocios hosteleros y los organizadores, algo que confirmó uno de los responsables de la Marató de Borriol, Jorge Cabo. «No puede ser que a ocho horas de la marcha la suspendan, con todo el trabajo que hay detrás», indicó.