Si algo es innegables es que el mercado laboral evidencia en Castellón una recuperación. Ya lo hizo en el 2015 y el año pasado la mejora volvió a coger velocidad. Nada menos que en doce meses se firmaron en la provincia 221.959 contratos, una cifra muy similar a la registrada en el 2007, cuando fueron 229.857. Pero más allá de los números, los ecos en la calle resuenan cargados de pesimismo. Se encuentra más empleo que hace tan solo cuatro años, sí, pero es un empleo precario, manchado por la carencia de estabilidad, por la escasez de la jornada y por un salario menor. Y esta impresión a pie de calle no es, ni mucho menos, un dato subjetivo. La estadística del Ministerio de Empleo también muestran que, pese a la recuperación del mercado laboral, la precariedad no ha dejado de aumentar. Y lo ha hecho sin freno.

Los contratos temporales y a tiempo parcial que se firmaron en 2016 rompieron un nuevo techo, pese a que el nivel de empleo es muy inferior al de antes de la crisis. Los temporales alcanzaron en la provincia el récord de 197.782 y los de por horas ya suponen un 30% del total. Otro máximo. Los síntomas de la precarización abundan en los datos de contratación del Ministerio de Empleo, donde se ve que la duración media de los contratos ha bajado de 79 a 53 días en 2016.

La estadística demuestra que el mercado laboral lleva recuperándose tres años tras siete de desplome. En ese tiempo, ha creado un tercio del empleo que se destruyó. En cambio, el número de contratos firmados ha crecido a una velocidad de vértigo y ya el año pasado volvió a los niveles previos a la crisis. Los 221.959 de contratos firmados en Castellón en 2016, incluidos los 24.177 indefinidos, suponen un 9% más que en 2015, que ya fue un buen año. ¿Conclusión? La actividad económica se ha recuperado, pero la precariedad crece.

UN MES O MENOS // Pese a que el número de asalariados en Castellón sigue siendo inferior al de hace ocho años, se firman el mismo número de contratos de trabajo. La explicación hay que buscarla en el descenso de la duración media de los contratos y también en que los de menor duración (treinta días o menos) ya suponen algo más de la mitad. Y subiendo. Un ejemplo basta para entenderlo: si en el 2015 el 40% de los contratos suscritos en la provincia duraba menos de un mes, en el ultimo año esta proporción ha subido al 52%. Y con los contratos por hora ocurre lo mismo. En diciembre del 2016 suponían el 30%. Un años antes eran el 28%.