Cuatro buques evitaron entrar ayer a puerto, aunque podían hacerlo, para evitar la huelga intermitente con la que los estibadores castellonenses iniciaron su reivindicación para mantener sus empleos. Durante la jornada de ayer cinco barcos fondearon a unas millas de PortCastelló. Uno de ellos tenía unos problemas burocráticos que trataba de solucionar, pero los otros cuatro «han preferido esperar» a hoy para entrar a puerto, afirma el presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón, Francisco Toledo.

Esta es una de las consecuencias de la primera de las ocho jornadas de huelga que el sector de la estiba ha convocado a nivel estatal para las próximas semanas. El perjuicio económico que pueden causar los paros es el aspecto clave, pero ayer nadie pudo valorar el impacto que la huelga puede suponer, ni siquiera para las empresas que trabajan habitualmente en el puerto, que están «preocupadas», porque «lo que quieren es tranquilidad para dar servicio», señalaron.

A este respecto, Toledo reconoció la «afección» del paro, pero, al ser en horas intermitentes (los portuarios trabajaron en las horas pares y pararon en las impares), «no es traumática», dijo. Y señaló que, dado que los estibadores cumplieron con el trabajo estipulado, la caída de la actividad es «del 25%» en el conjunto de dos días y bastante menor en toda la semana en conjunto.

NEGOCIACIÓN

Tanto Toledo como los representantes de las empresas estibadoras apelaron al diálogo para restablecer la normalidad en el puerto de Castellón y en las otras 27 autoridades portuarias del Estado. Sobre esto, desde el comité de empresa censuraron que la patronal Anesco no haya pedido todavía ninguna cita para retomar la negociación: «Si quisieran solucionarlo, ya nos hubieran pedido una reunión», dijo Ximo Pesudo. Así, los trabajadores están «desilusionados» porque no esperaban «este engaño de las empresas» y, afirman que, si no se dialoga, la reivindicación «se hará más dura».