Si se pregunta en la calle cuál es la profesión más contratada en Castellón seguro que respuesta es obvia: camarero o ayudante de cocina. Porque aunque quienes piensan que esta es una provincia de camareros exageran, hay datos que contribuyen a alimentar ese mito. A saber: de los 221.959 contratos laborales que se firmaron en la provincia durante el 2016, casi 55.000 fueron en el sector de la hostelería. O dicho de una manera más clara. El 24,63% de los nuevos empleos los generaron bares, hoteles y restaurantes. La menguante duración de los contratos, el empuje de las jornadas parciales y la gran fuerza del turismo en los últimos años sirven como causas.

Que para Castellón la hostelería sigue siendo el motor lo demuestran los datos que maneja el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Durante el último año, este sector ha sido el responsable de uno de cada cuatro contratos firmados, y al que siguen aunque a mucha distancia la agricultura (representa el 15,08% de los contratos), el comercio (12,87) y la industria manufacturera (11,16%).

La hostelería sigue reinando en el mercado laboral provincial y, además, sigue creciendo a buen ritmo. Esos casi 55.000 contratos firmados el año pasado en Castellón suponen un 10,28% más que en el 2015, aunque no es el sector que más crece. La industria y el transporte, cuyo peso había caído en picado durante los años centrales de la crisis, vuelven a sacar pecho y las contrataciones también aumentan con fuerza y lo hacen un 16 y un 27%.

17.400 TRABAJADORES // Pero, ¿cuántos profesionales trabajan en los bares y restaurantes de la provincia? Las últimas estadísticas del Ministerio, al cierre del ejercicio del 2016, contabilizan 17.410 empleados, un 7% más que un año antes. Muy superior es la cifra si se toma solo como referencia agosto. Durante el mes más turístico del año el sector empleó a 25.351 personas, de las que algo más de 5.100 son profesionales autónomos.

Aunque los datos que maneja el sector invitan al optimismo, los sindicatos recuerdan que detrás de las cifras se esconde la precariedad. En Castellón, la hosteleria lleva años sin convenio y los sindicatos denuncian que se han perdido derechos laborales. «Exigimos un modelo socialmente responsable, con condiciones dignas y atajando la economía sumergida», reivindican.