Las nuevas tecnologías tienen una gran penetración en la sociedad porque, en general, son baratas y fáciles de utilizar. Por eso, la supervisión de los padres debe ir más allá de controlar el tiempo que los niños dedican al ordenador, la tableta o el smartphone e incluir una vigilancia de los contenidos. Sin este doble control crece el riesgo de que los menores sufran adicciones digitales.

“Los adultos son un poco ingenuos a la hora de lidiar con la tecnología. Muchos aún creen que en internet no hay peligro para los niños y, obviamente, sí lo hay”, explica el fundador de la asociación Adicciones Digitales, Juanma Romero. El psicólogo clínico Josep Matalí recomienda poner un control parental en los ordenadores que limite el acceso a determinados contenidos y, al igual que las tabletas, los smartphones y los videojuegos, aconseja usarlos en espacios comunes del hogar. “Eso no significa que las nuevas tecnologías sean peligrosas, todo lo contrario, pero hay que ser cautos”, reitera Juanma Romero.

Estos consejos son importantes hasta el punto de evitar adicciones, apunta el psicólogo. “Si se encierran en su habitación, las reglas y el control desaparecen”, avisa Matalí, que especifica que “una cosa es introducir a los niños en las nuevas tecnologías y otra es hacerlo en los videojuegos, una herramienta lúdica muy potente, si bien a la vez también una vía de acceso al mundo digital”.

más TRASTORNOS // Las adicciones digitales causan controversia. Algunos expertos las consideran en efecto como tales y otros, un problema de base. Sea como fuere, Matalí admite que el goteo de padres que llevan a sus hijos a la unidad que coordina es constante. Las redes sociales y los videojuegos, además, modifican las relaciones sociales.

Algunos de estos trastornos, explican, ya han sido bautizados. Es el caso de la nomofobia, abreviatura de la expresión inglesa no-mobile-phone-phobia (fobia a no llevar el móvil). H