El Gobierno vuelve a dar la espalda a Castellón. Lo hace con las infraestructuras, y ahora también con la partida presupuestaria que cada año destina a los ayuntamientos de la provincia para que estos sufraguen las ayudas de emergencia con las que atender a las miles de familias que se han quedado sin empleo y ayudas económicas. Los últimos presupuestos presentados por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, lejos de incrementar la cantidad de dinero destinada a ayudar a los más pobres, han recortado un 40% la partida para servicios sociales básicos. Donde este año hubo 750.000 euros ahora ya solo quedan 450.000. Si se tienen en cuenta los dos últimos presupuestos el dinero aportado por el Gobierno ha caído un 65,4%.

Dadas las macrocifras económicas que se manejan a diario, esta cantidad puede parecer menor, pero, para tener una idea de su importancia, con los 300.000 euros que se pierden, en el 2013 podrían concederse ayudas de emergencia a más de 1.000 familias de la provincia.

El Plan Concertado (que ahora se recorta) es un mecanismo mediante el cual el Estado hace llegar a los ayuntamientos, a través de las comunidades autónomas, unas cantidades de dinero para el mantenimiento de los servicios sociales que se prestan desde el nivel local. El mecanismo fue creado en los años 80 y sirve, básicamente, para atender a la población más necesitada, la que ya no alcanza a pagar el recibo de la luz, el agua, la comida o unas gafas para el niño. “Este nuevo recorte se produce cuando más dinero necesitan para atender a las miles y miles de familias que demandan ayuda”, denuncia Carmen Barceló, presidenta del Colegio Oficial de Trabajadores Sociales de Castellón, un ente que acaba de constituir una comisión especial para averiguar qué efectos reales tendrán estos nuevos recortes en los servicios locales.

LLAMADAS DE SOCORRO // Que la cifra de personas que llaman cada día a las puertas de los consistorios para pedir ayuda se ha disparado con la crisis es algo que corroboran también desde prácticamente todos los ayuntamientos de la provincia. Cada semana se cuentan por decenas los vecinos que ven en los servicios sociales municipales la última esperanza con la que sobrevivir hasta que el mercado laboral de la provincia dé un giro de 180 grados y empiecen a surgir ofertas de trabajo.

De los datos facilitados por los principales ayuntamientos se deduce que, en Castellón, más de 12.000 familias subsisten gracias a las ayudas municipales. La mayoría tiene a todos sus miembros en paro y hace meses que agotaron las demás prestaciones. Sin trabajo, sin ingresos... han acabado llamando a la Administración más cercana: su ayuntamiento.

Los servicios sociales de Castellón son, lógicamente, los que atienden a una cifra más abultada de familias. Nada menos que 5.928 hogares de la capital reciben apoyo, fundamentalmente económico. En Vila-real, Almassora o Burriana las cifras también suman un récord año tras año. H