La plataforma de empresarios con negocios en las inmediaciones de la N-340, de Torreblanca, califican de “ruina y desastre” el efecto que ha tenido el desvío de camiones en sus empresas. “Hemos perdido el 80% de la clientela y tenemos muchas dificultades para subsistir”, reconoce el portavoz del colectivo, Richi Doménech. Su esperanza, cuenta, “es que finalmente se dé permiso para que los negocios que hay entre Cabanes y Torreblanca puedan formar parte de un área de servicio”. “Estamos aguantando porque esperamos poder ser área de servicio, ya que de lo contrario muchos ya habrían cerrado sus negocios”, explica Doménech. Si no lo consiguen, el desvío de todo el tráfico pesado de la 340 en Castellón “será nuestro final”. H