Hasta hace dos años, Carlos se creía un hombre felizmente casado, con esposa y dos hijos pequeños. Lo típico. Sin embargo, hoy, a sus 46 años, este funcionario de Castellón está divorciado, vive solo y ve a sus hijos en fin de semana. Su lugar en la estadística se ha invertido y ha pasado de ocupar un sitio entre las familias tradicionales (matrimonio con hijos) a la casilla de los hogares unipersonales. Laura, su exesposa, se encuentra ahora en la de hogares monoparentales. Signo de los tiempos. Porque en la provincia la típica familia, en singular, ha pasado a mejor vida. Se acabó la uniformidad. Ahora se impone lo plural y, además, los hogares son cada vez más reducidos. Es el reino de las microfamilias. Nada de padres, abuelos y nietos compartiendo casa. Nada de parejas con tres y cuatro hijos. Lo mayoritario es otra cosa.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de hacer públicos los últimos datos de la Encuesta Continua de Hogares (ECH), que muestra a la perfección cuánto han cambiado las familias de la provincia. Y la primera conclusión es que son cada vez más minúsculas. Un dato basta para entenderlo: de los 231.000 hogares con los que cuenta Castellón, en 58.700 solo vive una sola persona. A esta cifra hay que añadir otros 22.500 viviendas habitadas por familias monoparentales (un padre o una madre con hijo) y 40.400 viviendas formadas por una pareja (matrimonio o no) con un hijo único. Entre las tres suman 121.600, es decir, el 52,6% del total de hogares.

De esos tres tipos de familias, la que más ha aumentado en la última década es la monoparental. En Castellón ya son 22.500 los hogares formados por una madre (son más del 80%) o un padre y sus hijos. Hace cuatro años eran 3.030 menos. O dicho de otra manera, desde el 2012 la presencia de hogares monoparentales ha aumentado por encima del 15%.

Hay personas que crían a sus hijos en solitario por convicción y hay otras que lo hacen tras un divorcio. Porque esa es, según todos los expertos, una de las claves de la gran transformación que ha sufrido la familia en los últimos años. La legalización del divorcio y, sobre todo, la aprobación en el 2005 de la ley del divorcio exprés han disparado las rupturas. En Castellón y solo durante el año pasado se registraron 1.543 demandas de divorcio, más de cuatro al día. Si se analizan los datos desde el 2006, la cifra se acerca a las 14.000 rupturas.

EL REINO DEL HIJO ÚNICO // Cada vez más mujeres (también más hombres) crían en solitario a sus hijos y también más niños de Castellón crecen sin hermanos. En 40.400 hogares de la provincia convive una pareja con un solo hijo, una cifra impensable hace 40 años. ¿Por qué? Hay varias razones, pero la más importante tiene que ver con una maternidad cada vez más tardía.

Las mujeres en Castellón tienen los hijos en un tiempo biológico tardío. Hoy, la media de edad a la que una mujer da a luz a su primer hijo alcanza los 30,6 años. Hace diez años estaba en 28,1. Hace treinta, en 25,2. Esa es la media, pero casi uno de cada cuatro críos nace cuando sus madres ya han cumplido los 35. Y muchas ya no repiten.

Esa maternidad cada vez más tardía, unida a la falta de políticas reales de igualdad y conciliación, explica también la decadencia de las familias numerosas. En Castellón cada vez hay menos. De las 8.737 de hace una década a las 5.700 de ahora.

Hogares con parejas con un solo hijo, hogares formados por mujeres que crían solas a sus niños y hogares, muchos, en los que solo vive una persona. En 58.700 viviendas de Castellón solo habita una persona. O lo que es lo mismo; en uno de cada cuatro no se discute por el mando de la televisión o por no bajar la basura.

Cada vez hay más hogares unipersonales y una de las explicaciones está relacionada con el envejecimiento de la población. Cada vez vivimos más (la esperanza de vida escala y ya se sitúa en 82,5 años) y eso explica por qué en los últimos años se ha disparado la cifra de mayores de 65 años que viven sin compañía. En la provincia ya son casi 27.000, un 40% más que hace 20 años.

Las viudas y viudos conforman un porcentaje importante de los hogares unipersonales de Castellón, pero no los únicos. Cada vez es más frecuente llegar a los 40 soltero y sin compromiso. Y además, vivir solo, está bien visto. El tercer gran grupo de personas que vive en soledad está formado por divorciados. Y cada vez también hay más.