La ciberindustria del futuro ya está aquí. Y las pymes de Castellón, de todos los sectores, desde azulejo a agroalimentación, comercio o turismo, no pueden quedarse al margen si quieren ser competitivas. No basta solo con automatizar procesos y maquinaria punta: a la tecnología hay que sumarle la gestión de datos; la innovación, también posible con herramientas gratuitas de internet; realidad virtual; la cooperación empresarial y profesionales mentalizados del cambio y más cualificados.

Expertos de primer orden en el campo tecnológico y representantes de la Administración pública animaron a dar el salto, inmediato, a la empresa de Castellón, en la I Jornada Industria 4.0, celebrada en la Cámara de Comercio de Castellón y organizada por Mediterráneo y El Periódico del Azulejo, con el patrocinio de Pamesa, Banco Sabadell, Diputación de Castellón, Promopublic, Sefici y DEF Mediterráneo; y la colaboración de Vodafone.

¿Cómo implementar el modelo 4.0 o cuarta revolución industrial? Los ponentes explicaron que supone «una nueva manera de organizar los medios de producción, enfatizando y acentuando la idea de una creciente digitalización y coordinación cooperativa. Es un nuevo hito que marcará importantes cambios sociales en los próximos años, con un uso intensivo de internet y de las tecnologías más avanzadas».

Esta transformación estará sustentada en la llamada fábrica inteligente, caracterizada por la interconexión de máquinas y de sistemas en el propio emplazamiento de producción, y por un fluido intercambio de información con el exterior y la demanda del cliente. De hecho, el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) de Castellón ya está trabajando en el proyecto Cebra (Ceramic Brain), respaldado por la Conselleria de Economía Sostenible, al igual que el Plan Digitaliza, dotado con tres millones de euros para modernizar las empresas.

En esta cuarta revolución, en opinión de los especialistas, los empresarios requerirán dejar de lado la rivalidad en momentos puntuales y cooperar entre sí en proyectos de innovación, por el beneficio mutuo. Además, coincidieron en que «el que no esté, no va a estar. Hay que invertir en innovación», sin temor, porque seguro habrá un retorno positivo de ahorro de costes y mejor relación con el cliente, pudiendo alcanzar «nichos de mercado remoto». El almacenamiento, uso y análisis de los datos (Big Data) de los propios departamentos y de la competencia, «un singular Analytics», será imprescindible.

Reproducir a escala virtual un proceso de producción permitirá predecir fallos antes de probarlo en la realidad. La interconexión de datos y maquinaria, eso sí, «obligará a reforzar desde ya la ciberseguridad», pues un ciberataque pondría en peligro la fabricación. Las máquinas de la 4.0 realizarán tareas más arriesgadas, y en esto serán positivas para los empleados. Aunque será inevitable la destrucción de trabajos, aparecerán otros nuevos.