El sector azulejero vive un buen momento. Al menos así lo apuntan las cifras de exportación, que durante el pasado mes de agosto volvieron a aumentar. Concretamente, lo hicieron un 4,4% en el conjunto de la Comunitat, según el Informe mensual de Comercio Exterior del Ministerio de Economía. Este estudio señala que durante el mes estival por excelencia, las firmas cerámicas castellonenses vendieron productos en el extranjero por valor de 209,6 millones de euros. Con ello, durante todo el año suman ya 1.882,7 millones de euros, lo que supone un aumento del 6,1% respecto al mismo periodo del 2016, a la espera de conocer las cifras de la patronal azulejera Ascer, que las hará públicas en breve.

Esta buena tendencia en las ventas fuera de las fronteras españolas también se deja notar en la actividad productiva. Tanto es así que fuentes del sector reconocen que se está «creando trabajo». Y no solo en el propio sector, sino también en otros vinculados. Y es que son varias las compañías que están llevando «ampliaciones en las fábricas», reconocen las fuentes. De esta manera, Mediterráneo ha contrastado cómo algunas de las compañías más importantes del sector, como Pamesa, que está ampliando la recién adquirida TAU (como anunció en su último balance de resultados) o Baldocer, están materializando la implantación de nuevos hornos. Pero no son las únicas, Cicogres y The Size también llevan a cabo ampliaciones y Saloni ya lo inauguró antes del verano.

grandes formatos // «Estamos recuperando los hornos que habíamos cerrado» a causa de la crisis económica, señalan las fuentes del sector. Pero con una novedad importante: las reaperturas se centran en grandes formatos que se han logrado gracias a la innovación en tecnología. Así, el formato laminam, de 120x320 centímetros, o la tecnología continua, también destinada a las piezas de gran tamaño, están recibiendo un impulso destacable en las factorías castellonenses, apuntan las fuentes azulejeras.

A pesar de ello, grandes conocedores de la economía castellonense, como Enrique Domínguez, no lanzan las campañas al vuelo. Según este experto, las buenas cifras del sector se deben a la mejoría económica general y la cerámica arrastra «problemas básicos, que no corregimos». Entre ellos, destaca los «precios bajos» de las exportaciones castellonenses, en contraposición a las italianas, algo que se pretende solucionar desde hace muchos años.

Y, para superar esta rémora, Domínguez señala que falta «innovación»: «La cerámica no está investigando; lo hacen sus suministradores, las fritas y esmaltes», se lamenta. También hace referencia a la tecnología inkjet, y advierte: «Se está exportando a todos los países competidores y lo importante en el futuro, lo que marcará la diferencia, será la creatividad a la hora de crear el producto». Por ello, ve un problema «a medio plazo».

Frente a esto, las fuentes del sector señalan que, dado que las fábricas de maquinaria y las esmalteras que crean nuevas tintas «las tenemos aquí, siempre tendremos una pequeña ventaja» respecto a los competidores.

Otro de los problemas que aprecia Domínguez es la falta de formación en la mano de obra en un sector altamente especializado.

optimismo // Con todo, desde el sector ven el futuro a corto plazo con buenas perspectivas y consideran que cerrarán el ejercicio con un crecimiento «que ojalá fuera del 6%» que se está registrando en la actualidad.