El cinturón de las familias de Castellón ya no tiene más agujeros que apretar. El aumento del IVA, el copago farmacéutico o unas facturas cada vez más altas (la buena noticia de esta semana es que la tarifa de la luz baja una media del 6,62%) están poniendo al límite la capacidad económica de los hogares. Y eso, unido al desempleo y a un descenso generalizado de los salarios, está obligando a la mayoría de los hogares a comerse los ahorros. Así lo evidencia la última estadística del Banco de España, que recoge que los depósitos de las familias de Castellón en las entidades de crédito se han reducido en 709 millones en tan solo un año.

Al cierre de 2012, los bancos y cajas de la provincia custodiaban 11.708 millones de familias y pequeñas empresas, lo que supone casi un 6% menos que en el ejercicio anterior (en diciembre del 2011 se contabilizaban 12.417 millones de euros) y la caída más fuerte en la capacidad de ahorro desde que comenzó la crisis.

Pero a pesar de que el dinero que los castellonenses guardan en bancos y cajas es menor ahora que hace un año, el balance del último trimestre del 2012 es positivo. De octubre a diciembre, el ahorro aumentó en 102 millones, y lo hizo tras el descalabro sufrido durante los meses del verano, fecha en el que el dinero guardado en las entidades financieras menguó en casi 500 millones.

REPARTO DEL AHORRO // Pero, ¿cómo se reparten los ahorros de los hogares y las empresas de Castellón? Un 24% de los 11.709 millones (2.790 en números absolutos) está en las cuentas de ahorro, es decir, la tradicional libreta en la tenemos la nómina y los recibos. Otros 1.469 se encuentran en cuentas corrientes (las que te permiten hacer lo mismo que las de ahorro pero, además, disponer de un talonario de cheques) y el grueso de los ahorros (el 63% del total) se encuentra repartido en los depósitos a plazo, más remunerados que las cuentas, pero cuyo dinero no se puede disponer hasta el vencimiento del plazo y se penaliza la cancelación anticipada. Los castellonenses tienen 7.449 millones en estos productos, casi 600 menos que en diciembre del 2011. Y este dinero es el que ha dejado de renovarse en productos similares y se ha volatilizado, bien porque se ha destinado para salir adelante en el seno familiar, para meterlo dentro del colchón o para invertirlo en otros productos financieros.

No solo las familias se han visto obligadas a recurrir a sus ahorros. También en el caso de las Administraciones públicas, el desplome de los depósitos bancarios ha sido importante. Los ayuntamientos y la diputación contaban a 31 de diciembre con 184 millones en los bancos, frente a los 226 del 2011.

A final del año 2012, los depósitos bancarios de la Administración pública, las familias y las empresas en las cajas y bancos ascendían a 13.062 millones de euros. Los datos del Banco de España también reflejan que en el mismo periodo, la deuda conjunta con las entidades financieras era de 23.076 millones, lo que supone que los castellonenses deben 10.00 millones más de lo que tienen ahorrado. H