El AVE no llegará a Castellón este verano. Lo confirmó el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, en la jornada Regiones y nodos urbanos para el corredor mediterráneo, que se celebró este jueves en València. Solo un día después de que el ministro Íñigo de la Serna no aventurase ninguna fecha en el debate sobre los Presupuestos Generales del Estado en el Congreso de los Diputados, el número 2 de Fomento anunció que la «última estimación de puesta en servicio es el tercer/cuarto trimestre del 2017».

Tras la finalización de las obras y el inicio de los viajes de verificación a finales de marzo, es la primera fecha que se da por parte del Ministerio de Fomento para la llegada del AVE. De esta manera, aunque el tercer trimestre del año abarca todo el verano, todo parece indicar que será más cerca del invierno cuando llegue la alta velocidad a la Plana.

Esto impedirá que el sector turístico castellonense pueda aprovechar el tirón que, para la captación de visitantes, podría significar en plena época estival la conexión con Madrid en menos de dos horas y media de tren, que será lo que tardará el AVE cuando entre en funcionamiento.

En su participación en la jornada, Gómez-Pomar confirmó además lo que el coordinador del corredor mediterráneo, Juan Barios, ya había anunciado a representantes de Adif: tras la circulación del AVE, se va a proceder a instalar el tercer carril en la otra vía. Esto significa nuevas obras, que entre Castellón y Sagunto afectarán a la vía lado montaña y entre Sagunto y València a la vía este.

Fomento confirma la afección a los Cercanías

Estos trabajos se acometerán, según el secretario de Estado de Infraestructuras, «una vez estén discurriendo los trenes y esté la vía con el tercer carril perfectamente en condiciones». Gómez-Pomar afirmó que es «muy importante» que las dos vías entre València y Castellón cuenten con el tercer carril, y por tanto los dos anchos. Y ello se debe a «la intensa circulación de trenes de Cercanías entre València y Castellón».

Es decir, aunque el número 2 de Fomento no lo dijo con estas palabras, por primera vez desde el Ministerio reconocen de forma implícita que la llegada del AVE a Castellón va a dificultar la circulación de los Cercanías, que ya se vio muy afectada por las obras para implantar el tercer carril... y que volverá a repetirse. En palabras de Gómez-Pomar: «Es una necesidad para asegurar la correcta atención de la circulación» de los trenes de Cercanías, afirmó ayer.

Y, esta necesidad de «mantener la compatibilidad entre ancho ibérico y ancho internacional», como ayer la definió el responsable estatal de Infraestructuras, se deberá mantener «hasta que todo el material rodante de Cercanías entre València y Castellón pudiera tener el ancho internacional». El cambio del ancho en las locomotoras y vagones de Cercanías es una vieja aspiración de Fomento, hacia la que de momento no se conoce ningún avance.

El Ministerio se desdice y vuelve atrás con el Corredor

Este cambio de criterio no es el más llamativo que ayer expuso Gómez-Pomar. Después de semanas mareando la perdiz con la rescisión de los contratos para las obras, el nuevo proyecto, que si este tendrá una vía en ancho internacional y otra en tercer carril (como Barios anunció a Ferrmed),… ahora Fomento vuelve a los orígenes y anuncia que las dos vías del Corredor entre Castellón y Vandellós van a ser de ancho internacional exclusivo. Esto, que ayer el secretario de Estado explicó como una novedad en València, es lo que ya presentó la ministra Ana Pastor en el 2012 también en la capital autonómica.

Algo que por otra parte es difícil de comprender. El ministro De la Serna dijo hace semana y media que se iban a rescindir los contratos que se adjudicaron el 25 de abril del 2014 «porque la modificación [del proyecto] era sustancial». En cambio, ahora se vuelve a la idea original, que tantas críticas recibió por parte de las empresas químicas de Tarragona y de la Autoridad Portuaria de Castellón debido a que, en la práctica, impide la circulación de sus actuales trenes, que no están adaptados al ancho europeo.

Esta improvisación solo se puede comprender si se entiende que, como ya ha publicado Mediterráneo, Fomento no dispone del nuevo proyecto, y así era imposible acabar la obra en el 2019, como se ha comprometido De la Serna. La actuación a la que ahora se vuelve es mucho más barata y, desde luego, enormemente más sencilla. Tan solo consiste en trasladar los carriles actuales un palmo hacia el interior de la vía, dado que las traviesas son polivalentes, como ayer recordó Gómez-Pomar. Por eso, la obra tan solo tardaría «dos o tres meses». A pesar de ello, no se espera acabar los trabajos hasta «verano del 2019», dijo. Todo un despropósito que seguro alzará revuelo.

Eso sí, el secretario de Estado lo vendió como un avance porque enlazará con el siguiente tramo, Vandellós-Vila-seca, también en ancho UIC exclusivo cuando, una vez acabada la obra actual, cambien el ancho. Gómez-Pomar recordó que esta variante de Vila-seca permitirá recortar en media hora el trayecto a Barcelona.