El ministro de Economía, Luis de Guindos, garantizó ayer que no habrá «ningún corralito» en Cataluña y recordó que las dos principales entidades financieras catalanas, CaixaBank y el Banco Sabadell, están «bajo el paraguas» del Banco Central Europeo y del Fondo de Garantía de Depósitos. «No generemos ninguna expectativa irracional», contestó De Guindos a los periodistas en el Congreso de los Diputados al ser preguntado por la posibilidad de que se produzca un corralito.

Guindos se había referido antes en el pleno a la situación de Cataluña, donde lanzó la advertencia de que el cambio de domicilio social de 800 empresas en Cataluña sería solo un «aperitivo» si se llegase a concretar la independencia, que sería un «suicidio económico». Además, negó que haya «presión» desde el Ejecutivo para la salida de empresas. El ministro hizo estas afirmaciones durante su intervención en el pleno del Congreso para defender el decreto ley que establece un nuevo marco para agilizar el cambio de sedes sociales de las empresas en territorio español.

La tensión en Cataluña tiene su repercusión en la economía española. El Tesoro Público captó ayer 4.526 millones de euros en bonos y obligaciones que salieron más caros que en anteriores ocasiones. Del total, 1.807,17 millones fueron bonos a tres años, con un interés positivo del 0,074%, frente al -0,014% anterior, en tanto que otros 965,21 millones salieron en una vieja referencia de obligaciones a 15 años, con un interés del 1,144%, el único más bajo que el 1,365% anterior. También se emitieron 1.018,32 millones en obligaciones a 10 años al 1,639%, superior al 1,548% precedente. En los bonos a 30 años se colocaron 735,34 millones al 2,883%, frente al 2,789% anterior. La prima de riesgo se amplió hasta los 124 puntos básicos al cierre, aunque después del anuncio de la puesta en marcha del artículo 155 llegó a dispararse hasta casi los 128 puntos, cuando el miércoles había cerrado a 122,5.