Los responsables de supermercados e hipermercados de la provincia de Castellón ponen el grito en el cielo: en los últimos meses están sufriendo más hurtos que nunca en sus instalaciones. Desde alimentos de primera necesidad, como comida o bebida, hasta productos eléctricos, estéticos o de lujo --destinados a la posterior venta--. Este tipo de incidentes, consumados o no, se han disparado y los trabajadores de estos recintos se ven impotentes para atenuar este crecimiento.

Así lo confirma el jefe del sector de alimentación de Alcampo Castellón, Antonio Martínez, que califica la situación de "desmadrada". "Hemos notado un gran aumento en este tipo de incidencias en los últimos meses. Uno de los productos que más roban son perfumes, por lo que está claro que luego los venden por ahí; lo tienen todo organizado", afirma. Martínez también aporta otro dato: "De las personas que detenemos, alrededor del 80% son extranjeros".

LA CRISIS También en Carrefour están sufriendo la escalada de robos. Fuentes de la dirección del establecimiento apuntan que esta circunstancia "ha coincidido con la bajada del trabajo y la crisis económica que afecta a todo el mundo, y especialmente desde hace tres meses lo hemos notado mucho". Los artículos sustraídos van desde "productos de charcutería hasta cremas hidratantes caras", y los responsables del comercio tienen que acudir "todas las semanas a un juicio rápido por hurto, aunque los acusados nunca acuden".

En una de las sedes de supermercados Consum en Castellón, la cifra de personas a las que los miembros de seguridad interceptan de media cada día es de "4 ó 5", según fuentes del establecimiento, aunque "es imposible saber cuántos más consiguen pasar las puertas todos los días sin que les descubran los vigilantes lo que han hurtado".

SIN TRABAJO Desde el supermercado Dialprix, el jefe de tienda, Juan Barreda, manifiesta que el número de incidencias en su establecimiento "ha subido un 25%, con especial incidencia en los últimos 15 o 20 días". Barreda apunta a que la mayoría de personas que cometen hurto "no tienen ningún trabajo".

El responsable del comercio incluso sabe dónde se establece el punto de venta de las mercancias hurtadas en los supermercados. "Se sitúan en los alrededores de la plaza Santa Clara y allí venden lo que han sustraído. Hay cosas de todo tipo, desde comida hasta champú".