Los Mossos d'Esquadra han registrado la casa de Adbelbaki Es Satty, un personaje que, a todas luces, parece clave para entender cómo se ha formado una célula yihadista. Es el imán de la mezquita de Ripoll (Girona). La principal hipótesis con la que trabaja la policía catalana ahora es que este hombre de 42 años, que llegó al municipio gerundense en el 2015, formaría parte de la célula yihadista.

El papel que desempeñó en esta todavía no está confirmado. Pero, con el paso de las horas, gana enteros la teoría que lo ubica en lo alto de la jerarquía de este escuadrón que pretendía realizar una masacre en Barcelona. Se trataría de una figura religiosa decisiva para explicar por qué jóvenes aparentemente integrados de Ripoll se radicalizaron en poco tiempo.

No solo eso, sino que, según fuentes próximas a la investigación, Es Satty salió de la prisión provincial de Castellón el 5 de enero de 2012.

La hipótesis más probable que se baraja es que el imán estuviera en la casa de Alcanar que saltó por los aires y obligó a los supervivientes a improvisar un plan B a toda velocidad. Sería el segundo cadáver hallado entre los escombros de una vivienda que los Mossos están removiendo con sumo cuidado para evitar una tercera explosión.