El valor catastral total, es decir, el precio oficial del suelo y las edificaciones que existen en la provincia de Castellón, ha aumentado desde el 2008, año de inicio de la crisis económica, en casi 3.000 millones de euros, al pasar de 26.587,8 millones en ese ejercicio, a los 29.414,1 millones registrados en el 2010, según el último informe de la Dirección General del Catastro, dependiente del Ministerio de Economía.

En un momento en el que los municipios buscan nuevos recursos económicos, y son varios, entre ellos, la capital, los que han entrado en procesos de revisión (no exentos de polémica) de esos valores, sobre los que se calcula lo que cada propietario debe pagar en concepto del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), las cifras dejan ver que la factura generada en este ámbito aumenta, aunque los ingresos de empresas y ciudadanos no han dejado de bajar.

De hecho, los 135 ayuntamientos castellonenses ingresaron por el IBI urbano un total de 176,1 millones de euros, lo que representa 32 millones más que dos años antes (un 22% más), cantidad que, si bien supone un mayor esfuerzo para los bolsillos de los poseedores de pisos, casas, edificios, naves industriales y solares, no ha servido para mejorar la situación de las arcas municipales, que viven momentos críticos, ante la gravedad de la larga recesión.

Los expertos señalan que esta relación inversa entre el alza del impuesto local y la reducción de la capacidad económica es una consecuencia más de los años de boom inmobiliario, que ahora pasa factura también en este sentido. Más números que ayudan a explicar esta evolución son los que dicen que, si en el 2008 había un total de 582.128 recibos en concepto de IBI, al cierre del último año eran ya 643.668.

recursos // Es decir, los ciudadanos castellonenses pagan la contribución de 61.540 inmuebles más, aunque son más pobres y en uno de cada veinte hogares ya no entra ningún ingreso, según la última Encuesta de Población Activa, correspondiente al segundo trimestre de este año.

Otro de los datos que revelan las estadísticas de la Dirección General del Catastro es que la provincia es la sexta de España con el tipo medio más elevado, ya que registra un coeficiente promedio para la aplicación del IBI urbano en los ayuntamientos de Castellón del 0,797.

En este sentido, el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Castellón (COAPI), Francisco Nomdedéu, ha puesto el acento en que, pese a que en los últimos años de bonanza económica, los precios de la vivienda se dispararon, en nuestra provincia “continuaron más bajos”, frente a otras zonas del país, como la cercana Valencia, o bien Madrid, Barcelona o toda la zona norte.

Este es el dato que puede explicar la posición de Castellón entre las más zonas más caras desde el punto de vista de la aplicación del Impuesto sobre Bienes Inmuebles, ya que esto compensaría los valores de mercado más reducidos de pisos y suelo. H