La delincuencia sigue bajando en Castellón. Los datos que maneja el Ministerio de Interior revelan que durante los tres primeros meses del año, los robos con fuerza en viviendas y establecimientos cayeron otro 8,7%, desde los 864 de enero a marzo del 2016 a los 789. Pero a pesar de que la estadística demuestra que cada vez se producen menos robos, empresas y particulares no bajan la guardia. De hecho, se vuelven a contratar más sistemas de seguridad. Y las alarmas se llevan la palma. De hecho, en Castellón hay instaladas un total de 21.814.

Los recortes de gastos por la crisis provocaron una significativa caída de ventas de alarmas, una tendencia que comienza a invertirse. «La demanda ha vuelto a crecer. Llevábamos años con los números a la baja, pero este ejercicio y el anterior la tendencia se ha invertido tanto por parte de las empresas como de los particulares», coinciden los responsables de dos empresas de seguridad de Castellón.

Aunque la gama de productos es casi tan amplia como el número de negocios que solicitan vigilancia, las pequeñas empresas suelen gastar entre 900 y 1.400 euros anuales en la instalación y el mantenimiento de alarmas y cámaras de videovigilencia, a menudo conectados a centrales receptoras encargadas de avisar a la policía en el caso de que se produzca un asalto.

Obligados por ley

Algunas empresas, como los bancos y cajas de ahorro, están obligadas por ley a tener medidas de seguridad específicas. También las joyerías, galerías de arte y tiendas de antigüedades deben tener al menos una caja fuerte o cámara acorazada, pulsadores antiatraco, puertas blindadas, protección electrónica en ventanas y puertas y una conexión de su sistema de seguridad a una central de alarma.

¿Y qué ocurre con los negocios que no están obligados? Los pequeños y medianos comercios suelen optar por alarmas conectadas a centrales, que deben ser instaladas por empresas homologadas. Por lo general, los contratos suelen ser anuales y los precios de sus servicios oscilan entre los 300 y los 600 euros, mientras que la instalación puede tener un coste de entre 500 y 900 euros.