Más de 15.000 familias subsisten en Castellón gracias a las ayudas sociales de sus ayuntamientos. Son 4.000 más que hace apenas un año, en un goteo continuo de hogares que no tienen ni para lo básico, y que, desesperados, llaman a la puerta de la Administración más cercana para pedir ayudas para comer, pagar el alquiler o las facturas. En los últimos 12 meses, el presupuesto de emergencia social para este epígrafe ha pasado de atender en la provincia de unas 11.000 familias en el 2011 a más de 15.000 en el 2012, y, a tenor de los datos del primer trimestre del 2013, los datos aún irán a más. Si los datos se multiplican por 3 o por 4 personas en cada unidad familiar, las cifras se disparan.

Los ayuntamientos están desbordados. Sacando recursos de otras carteras, han ido incrementando sus dotaciones para dar salida a tantas y tantas peticiones. “Hay gente que de la noche a la mañana se ha quedado con lo puesto, y atender a todos es una prioridad”. Lo dice la concejala de Bienestar Social de Castellón, Carmen Querol, pero lo suscriben todos los municipios de la provincia. En la capital, se ha pasado de las 4.296 familias atendidas para cubrir sus necesidades más básicas en el 2011 a los 5.336 este año y, hasta marzo, ya se han aprobado 887 ayudas. De estas, 256 ya son solo para vivienda, “multiplicando por cuatro las 66 del primer trimestre del 2012”, explica la edila. Las cifras, una a una, son contundentes: 1.456 ayudas a alquiler y 3.771 a alimentación, higiene, comedor escolar... Y, en términos económicos, suponen 500.000 euros más en gasto social, de 1,5 a 2 millones.

EL VECINO DE AL LADO // La responsable de la cartera social de Benicarló, Sara Vallés, es clara: “Los ayuntamientos lo tenemos claro; cada vez son más las familias que se han quedado sin recursos y que sobreviven con lo mínimo, y a diario conocemos situaciones desesperadas de gente que hace años ni imaginabas”.

La historia, a diferente escala, se repite municipio a municipio. En Vila-real, casi se han duplicado las prestaciones, pasando de los 1.066 hogares a los 1.833, dando cobertura a un 11% de la población. El montante ya se multiplicó por dos del 2011 al 2012, superando los 250.000 euros presupuestados inicialmente, que este 2013 llega a los 347.158.

Marcela Barbé, concejala de Bienestar Social de Vinaròs, explica que “los que vienen son vecinos, que no llegan a final de mes, que no tienen para pagar la comida de sus hijos, el techo donde viven, o todo de una, y acuden al ayuntamiento”. En su municipio, la cobertura social llegó en el 2010 a 2.076 hogares, a 2.387 en el 2011 y 2.557 en el 2012.

La Vall casi ha duplicado las prestaciones, de las 1.155 a las 2.000 en el último ejercicio. Y en Nules se ha incrementado en un 33% la asistencia, de 406 familias a 562. Para este 2013 han presupuestado 60.000 euros, frente a los 51.360 del 2011 y los 45.850 del 2010. Almassora tiene en su cartera social 557 hogares este año, 50 más que el pasado, la mayoría de ellos, 384, para lo básico. Fuentes municipales explican que “lo que han bajado han sido los expedientes que se han presentado, pero es porque se ha ampliado el periodo de concesión”.

Benicarló mira con lupa las peticiones, para maximizar las ayudas y que no se solapen. Han pasado de ayudar a 375 hogares a 424, dotando con 119.000 euros la partida de emergencia, 12.000 euros más en un año. “Mucha gente viene por primera vez, porque no sabe dónde acudir”, señala su concejala Sara Vallés.

Burriana fue la excepción. El pasado año dio menos, pero también recibió menos peticiones. En el 2012, se solicitaron 743 prestaciones, de las que se concedieron 517 --549 de las 771 del 2011--. ¿El motivo? “Se da lo máximo a alimentos básicos y para los críos, además de ayudar con las facturas de alquiler, luz y agua”, señalan desde el municipio. H