El conflicto entre el Gobierno y la Generalitat no aparecía en el orden del día de la cumbre y oficialmente no se habló de él en las reuniones a puerta cerrada, pero ocupó todo el resto, esos márgenes del Consejo Europeo, como dicen los diplomáticos, en los que en algunas ocasiones se abordan los problemas que realmente importan. Los 28 socios celebraron su reunión de otoño en Bruselas con un ojo puesto en Cataluña y en el artículo 155 de la Constitución por el que periodistas de todo el mundo, no solo europeos, preguntaban a los miembros de la comitiva que acompañó a Mariano Rajoy.

El Consejo, que acabará hoy al mediodía, empezó, como siempre, con los dirigentes llegando al edificio Justus Lipsius de Bruselas y los que quisieron atender a los medios tuvieron que responder a la pregunta del día: «¿Apoya la posición que el presidente Rajoy está manteniendo en el conflicto con los independentistas catalanes?» En ese momento, justo cuando faltaban pocos minutos para que la cumbre empezara, y para dejar claro el mensaje, hablaron los dos grandes, Alemania y Francia. Angela Merkel y Emmanuel Macron reiteraron lo ya dicho, pero que adquiere una relevancia especial cuando quedan pocas horas para conocer las medidas de un precepto nunca aplicado y que afectará al autogobierno de Cataluña. «Siempre», contestó Macron a la cuestión de si apoya a Rajoy.

«Este Consejo Europeo estará marcado por un mensaje de unidad, de unidad en torno a los estados miembros cara a las crisis que puedan conocer. Unidad en torno a España», declaró en otro momento. En esa misma línea, Merkel aseguró que sigue «muy de cerca» el asunto y que apoya «a la posición del Gobierno español». «Esperamos que se encuentren soluciones dentro de la Constitución española», añadió.

Rajoy debía de estar informado de la contundencia de sus mensajes y permitió entrar sin responder a ninguno de los periodistas que le aguardaban.

LA VÍA ESLOVENA / A lo largo de la jornada los mensajes de apoyo de los socios europeos se sucedieron. El primer ministro holandés, Mark Rutte, argumentó que respalda al Ejecutivo español porque actúa siguiendo los criterios del «más alto tribunal», en referencia al Tribunal Constitucional. Incluso el primer ministro esloveno, Miro Cerar, negó que se puedan encontrar paralelismos entre su país y Cataluña. «Cuando Eslovenia decidió ser independiente, lo hizo porque el anterior país común, Yugoslavia, empezaba a descomponerse y Yugoslavia no era un Estado democrático», explicó. «La situación ahora en Cataluña es, desde todos estos aspectos, completamente diferente», subrayó antes de insistir en que «España, incluida Cataluña, es un Estado democrático».

La Moncloa vio cómo estos mensajes de apoyo se coronaban por la noche con el mensaje del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que descartó cualquier papel de mediador en esta crisis, al contrario de lo que le reclama Carles Puigdemont. «Todos nosotros tenemos nuestras propias emociones, opiniones, evaluaciones. Pero hablando formalmente no hay espacio para intervenciones de la UE aquí», declaró a los periodistas en la rueda de prensa. Solo dio oportunidad de dos preguntas y las dos fueron sobre Cataluña.

Dentro, en el plenario, el asunto no fue objeto de debate, según varias fuentes. El Gobierno descartó abordar el conflicto con los soberanistas en la cumbre en un intento de mantener el asunto como un «tema interno», algo que siempre ha defendido el Ejecutivo español. Oficialmente, se decidió así porque la Moncloa considera que la posición de los socios «está clara».

CONDENA DE LA VIOLENCIA / Solo se salieron del guión del apoyo cerrado a Rajoy los dirigentes de Bélgica y Luxemburgo, Charles Michel y Xavier Bettel, respectivamente. Ambos insistieron en que creen que el conflicto debe resolverse con diálogo político. Michel, que ha provocado un rifirrafe diplomático por su petición de mediación, intentó rebajar el tono y este jueves se centró en condenar la violencia (por las cargas del 1-O) y reclamar diálogo.

Bettel, por su parte, admitió que pese a no estar en el orden del día la situación de Cataluña no se puede «ignorar» en la cumbre. «Hay una Constitución, debe ser respetada y espero que encontremos una solución político-diplomática y hablar juntos porque cualquier otra solución no será buena», sostuvo el luxemburgués.

Rajoy completará la agenda del Consejo Europeo hoy y cerrará su participación con la habitual rueda de prensa, que se espera multitudinaria. Según fuentes de la Moncloa, el jefe del Ejecutivo viajará después directamente hasta Oviedo para asistir a la entrega de los premios Princesa de Asturias junto al Rey.