Bajo el lema impreso en la pancarta que abría la marcha, Som el poble, no l’enemic, miles de manifestantes tomaron ayer el centro de Valencia -desde el instituto Lluís Vives, convertido en símbolo de la protesta estudiantil, hasta la sede de la Delegación del Gobierno- para reivindicar el derecho a una educación pública de calidad y exigir responsabilidades políticas por la actuación policial en las protestas de los últimos días. Unas movilizaciones que se han saldado con más de 40 detenidos, centralizando la atención del país y haciendo que se pronunciaran personas de varios estamentos sociales y políticos.

En esta ocasión, en un ambiente pacífico, la marcha estuvo encabezada por estudiantes pero secundada por una veintena de colectivos políticos y sociales. Transcurrió sin apenas presencia policial hasta la sede de la Delegación del Gobierno, donde los estudiantes se encontraron con un grupo de jóvenes que comenzaron a increpar a la decena de agentes apostados en la puerta del edificio institucional, que ante este escenario se protegieron con cascos. Allí se escucharon gritos de “Tengo la ESO, ¿dónde está mi pistola?” y “Ser policía vergüenza me daría”, que intentaron ser acallados por los portavoces de los estudiantes, Almudena Morales y Alberto Ordóñez, quienes llamaron a la “tranquilidad” mientras alentaban a defender la escuela pública y exigían la anulación de los expedientes sancionadores abiertos contra los detenidos. Además, pidieron la dimisión de la delegada del Gobierno en la Comunitat, Paula Sánchez de León, y también del jefe superior de la Policía, Antonio Moreno, a quienes tildó de “enemigos”. Durante la marcha también se vieron carteles con lemas del tipo No nos callarán o Recortan educación para robarnos mejor.

CONCENTRACIÓN PARA HOY // Provistos de un megáfono, convocaron a los alumnos a una nueva concentración hoy al mediodía frente a la sede de Educación. H