El cierre del centro de acogida de menores de Segorbe por «indicios de maltrato» a los usuarios está generando gran conmoción y pone encima de la mesa esta problemática social. Niños desprotegidos, ya que sus padres no pueden o no deben hacerse cargo de ellos, que viven en una residencia, a pesar de que los expertos aconsejan que es mejor que estén con una familia. La vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, insistió ayer en las irregularidades detectadas en estas instalaciones del Alto Palancia, mientras las Hermanas Terciarias Capuchinas, institución que gestiona dicho centro, aseguran estar «estupefactas» y esperan que pronto se resuelva la situación, al tiempo que rechazan de forma frontal que hubiera irregularidades en la residencia.

Tras el traslado de los menores que allí vivían, ahora la orden gestiona el centro de acogida de Nules y uno de Castellón. «No hay inquietud en estas instalaciones, porque esto ha sido un hecho aislado. Los niños de Segorbe no han sufrido ningún tipo de maltrato, porque si no los médicos que los atienden hubieran dado conocimiento de ello», señaló la portavoz de la orden, Inmaculada Sancho, quien aseguró que el centro «está abierto a todo aquel que quiera para que vea que aquí estaban bien».

Por tanto, estas hermanas gestionan dos de los seis centros de acogida de menores que hay en funcionamiento en la provincia de Castellón. Los cuatro restantes son Penyeta Roja, que lleva la Diputación; Verge del Lledó, que gestiona directamente la Conselleria, ambos en la capital de la Plana; Don Bosco en Burriana, que depende de la Fundación Ángel Tomás vinculada a los Salesianos; y Baix Maestrat de Vinaròs, que administra directamente la Fundación Diagrama.

ACUSACIONES POLÍTICAS

El cierre de varios de estos servicios en la Comunitat por presuntas irregularidades ha encendido los ánimos entre el PP y el Consell. Los populares instan a Oltra a «pagar ya» a los centros tutelados de menores de la Comunitat y insisten en que sus «mentiras se le han girado como un boomerang y han puesto a la luz sus dos años de nula gestión y su incapacidad para solucionar los problemas».

Ante esta afirmación, la consellera aninmó al PP a ser «prudente y callar». «Nos encontramos con un sector privatizado, sin coordinación, sin dirección, sin instrucciones claras », lamentó.

Respecto al centro de Segorbe, Oltra informó de que esta congregación recibía 2.235 euros por niño al mes de la Generalitat. Se pagaba dicha cantidad por 24 plazas, cuando solo estaban ocupadas 18, y cuestionó si con estas ayudas «era necesario enviar a los niños a mendigar comida» o los menores «no podían vestir adecuadamente ni el centro tener calefacción». Además, la consellera mostró su preocupación «porque haya quien vea normal que a un niño el 16 de enero se le dé una ducha de agua fría y no se considere maltrato, o que a una niña se la deje sin comer».