Hay tanto por hacer, asuntos económicos tan acuciantes, que los nuevos gestores del Castellón pasaron de puntillas por el aspecto futbolístico, de momento también en fase de estudio.

Vicente Montesinos reflejó que, en este sentido, la prioridad es afrontar las deudas con jugadores, tanto los de esta temporada como los de la campaña anterior, que han presentado denuncias ante la AFE. El Castellón, en caso de no solventarlas en su totalidad, no se expone a un nuevo descenso administrativo, pero sí a la suspensión de sus derechos federativos que, dicho de otro modo, quiere decir que no podría tramitar fichas. Un agujero que podría acercarse a los 200.000 euros, por no hablar también los de entrenadores como Frank Castelló (ya hay sentencia y ha empezado a cobrar) o Manu Calleja (también ha denunciado al club).

ILUSIÓN Y GARANTÍAS

«Habrá que negociar muchísimo y salvar el momento actual, es decir, la deuda con la plantilla y el cuerpo técnico, para no tener una situación que nos imposibilite crear una plantilla con garantías, ilusionante, que nos permita ascender, haremos todo lo que esté en nuestra mano», aseveró el nuevo presidente, que cedió el testigo a Jordi Bruixola en otras cuestiones de índole deportiva.

«Haremos las valoraciones que toquen y, en poco tiempo hablaremos sobre esta situación. Hay que ver los aspectos sobre jugadores, entrenador, fútbol base... pero haremos una plantilla competitiva», destacó el valenciano.

Montesinos también asume el reto de que Castellón y el Castellón vuelva a hablar solamente de aspectos deportivos. «Esto es fútbol y los aficionados tenemos que hablar de fútbol: nos llevará tiempo, pero pondremos todo nuestros esfuerzos para crear una plantilla lo más competitiva posible para llegar a Segunda B, aunque la pelotita tiene que entrar...», sostuvo el presidente, quien tiene una reunión pendiente con los actuales integrantes de la dirección deportiva.