Muchas dudas. A una semana de arrancar los temibles exámenes de selectividad, antesala de la entrada en la universidad, la mayoría de los estudiantes de Bachillerato y Formación Profesional se enfrentan no solo a la encrucijada de no tener claro qué estudiar el año que viene, atendiendo a la vocación o a las salidas profesionales, sino al desconocimiento sobre cómo serán unas pruebas que han cambiado con la llegada de la LOMCE y tienen menos asignaturas puntuables, más materias troncales y un nuevo sistema de ponderaciones.

Ocho de cada 10 alumnos dudan entre 2 ó 3 carreras

Mientras se preparan los exámenes de selectividad, ocho de cada 10 alumnos de último curso de Bachillerato (el 79%) están indecisos y no saben aún qué carrera quieren hacer el curso que viene, y están entre 2 ó 3 grados. «La mayoría tienen un plan A, un B y un C, para tratar de evitar la presión por la nota de las pruebas, en las que se la juegan en tres días». Lo dicen fuentes de los directores de Secundaria. Y las cifras del Informe de Orientación Universitaria de Círculo Formación, que revelan que «solo un 18% sabe con claridad el grado que elegirá». Cinco de cada 10, un 47% baraja entre tres carreras y un 31%, entre dos. Solo el 5% se encuentra «perdido», y verá dónde entra siempre «en función de la nota que obtenga tras las PAU y el Bachiller», según explica el informe. Los orientadores de los institutos coinciden en que, además, «el alumno debe ver qué carreras le motivan, para que no se frustre y lo deje tras el primer año, por ejemplo».

Incertidumbre ante elnuevo examen de la LOMCE

La nueva selectividad, la primera adaptada a la LOMCE, llega con cambios. Después de meses bloqueadas por un Ministerio en funciones, dejando con muchas dudas a alumnos y profesores, finalmente las temidas PAU se parecen mucho a las del curso pasado, pero no al 100%. Nueve asignaturas ya no sumarán nota en esta reválida, y será obligatorio examinarse de las materias específicas de cada uno de los tres bachilleratos, el Científico-Técnico, Artístico y el Humanístico-Social. Y, con la nueva normativa, el alumno puede llegar a 12 puntos solo con las asignaturas obligatorias. «Antes, con la fase general se podía llegar al 10, pero si el alumno se presenta a esta quinta asignatura, de modalidad, podrán sumar hasta dos puntos extra», explica Sixte Safont, coordinador de las PAU en la Jaume I.

Poco emprendimiento y más funcionarios

El reciente estudio presentado este lunes por la Fundación Axa y la Conselleria de Educación revela que solo el 13% del casi millar de entrevistados en la Comunitat --unos 300 en Castellón-- quiere al acabar su formación académica crear su propia empresa, principalmente en Bachillerato; un 14% en el caso de los estudiantes de FP. El dato sube al referirse a quienes quieren trabajar en el sector público: mientras el 15% de los alumnos de ciclos responde afirmativamente que sí, el porcentaje sube hasta el 38% en el caso concreto de Bachillerato.

Uno de cada tres no descarta una FP superior

El documento de la Fundación Axa revela, además, que al acabar la ESO, el 56,8% de los alumnos valencianos dice decantarse por un grado universitario (62,7% a nivel nacional). Por el contrario, el 32,2% de los jóvenes opta por un ciclo de grado superior de FP, un porcentaje considerablemente superior al 25,5% que representa la media del conjunto de España, en unos estudios «cada vez mejor considerados», según Ángela Roig, directora del IES Politécnico. Sólo el 11% de los encuestados quiere trabajar al acabar la ESO y no hacer Bachiller. //