Estados Unidos llegó a absorber casi 100.000 toneladas de clementinas de Castellón, pero el bloqueo comercial impuesto para frenar el presunto riesgo de mosca de la fruta en partidas procedentes de España --lo que obligó a endurecer los protocolos de envíos-- ha hecho que el volumen de cítricos que sale hacia el gigante norteamericano se haya estancado en prácticamente la mitad, y sin que vaya a más. “Nuestro mercado está en la Unión Europea”, subraya el presidente de Asociex, Jorge García, quien atribuye a la dificultad de ampliar cuota en EEUU a que “el país ha plantado su propia fruta, está cerrado medio país por el tema de la mosca, y los chilenos y productores del hemisferio sur alargan cada vez más las campañas, por lo que el espacio que nos dejan a la fruta española es cada vez más corto y reducido”, lamenta. “El mercado norteamericano sigue creciendo, pero no tenemos posibilidad de ganar cuota”, enfatiza, de ahí que sitúe las áreas donde el sector concentre, y vaya a seguir concentrando, los esfuerzos, en países como Alemania, Francia, Reino Unido, Polonia... “Básicamente toda la Unión Europea, y algo en Argelia, que está comprando más fruta...”, indica García, a expensas del efecto que pueda tener el veto de Rusia, si bien Bruselas ya ha anunciado ayudas a la retirada de fruta, por lo que no debe generar tensiones en los mercados y, por tanto, reducciones de precios.

El presidente de Asociex reconoce que “pruebas se hacen muchas” para intentar enviar fruta a nuevos mercados, pero “no tenemos la capacidad económica para afrontar el abordaje de un área ni individualmente ni en grupo; para ello es necesario el apoyo de la administración”. Fepac también ha pedido que las ayudas por el veto de Rusia vayan a la apertura de nuevos mercados y no a la retirada de la fruta. H