Casi todas las familias se parecen en verano y cuando hay niños en edad escolar, todavía más. Los horarios se repiten, las costumbres se mimetizan. La paz es efímera: los 53.000 niños de Castellón que estudian Infantil y Primaria tienen 12 semanas de vacaciones y los padres cuatro. Eso en el mejor de los casos. En el peor, son solo dos o tres, casi siempre en agosto. ¿Cómo llenar ese largo paréntesis? ¿Qué inventar para que padres y madres trabajen sin abandonar a sus hijos al sol de la playa o a la sombra del clic o del mando a distancia?

Ese ansiado (y también merecido) parón escolar llega acompañado por un dilema para las familias, que se ven obligadas a hacer piruetas, y a veces hasta doble salto mortal, para que sus hijos estén atendidos durante el verano. Porque tener o no hijos en edad escolar plantea en verano nuevos abismos. Una odisea que afecta en alguna medida a más de 30.000 hogares de la provincia.

La necesidad de colocar a los chiquillos al menos unas semanas ha estimulado en los últimos años un creciente sector, en el que la competencia se intensi?ca. Y cada año más. Porque si hay una actividad económica en Castellón cuya oferta empresarial se ha multiplicado es la dedicada al ocio infantil. Hace cinco años las compañías de la provincia que organizaban campus y escuelas de verano podían contarse con los dedos de las manos. Hoy superan el centenar. «La oferta ha crecido muchísimo, incluso yo hablaría de saturación de escuelas, campus y campamentos», apunta Ramón García, gerente de Iocum, una empresa que lleva 19 años organizando actividades de verano para los niños y que esta temporada volverá a gestionar 11 escuelas, campus y colonias repartidas por toda la provincia.

A las empresas que tradicionalmente han organizado en Castellón estas actividades de verano se han unido en los últimos años todo tipo de asociaciones, academias de enseñanza y clubs deportivos. Porque campus los hay de todas las temáticas deportivas, desde el fútbol (el más tradicional) al baloncesto pasando por el tenis o el paddle surf. Uno de los últimos en organizar un curso de verano ha sido la Federación de Caza de Castellón, que por segundo año consecutivo prepara para final de mes (del 21 al 30 de junio) un campus gratuito sobre el respeto al medio ambiente y a los animales, que se desarrollará en Almassora, Alfondeguilla, Borriol y Vall d’Alba.

UN CATÁLOGO A LA CARTA // Tenis Drive es otra de las empresas veteranas. Lleva más de 10 años organizando campus multideporte en el Club de Tenis Castellón, el Club de Golf Costa Azahar y el Club de Pádel 79, en Benicàssim. «Los campus están abiertos del 21 de junio al 1 de septiembre y se puede reservar por semanas o por quincenas», señalan fuentes de Tenis Drive, que añaden que en julio hay más demanda aunque agosto también va a más.

La especialización y diversidad de las colonias temáticas ha ido generando un catálogo casi a la carta. Este año en Castellón es posible encontrar escuelas de verano dedicadas al baile, la cocina, el inglés (es otro de los platos fuertes), la música o la robótica. Pero, ¿cuánto cuesta asistir a una escuela de verano en Castellón? Todo depende de los días y el horario. En general, una semana de 9.00 a 14.00 horas vale entre 95 y 120 euros, aunque las empresas suelen aplicar descuentos por quincenas o si la reserva es para todo el mes de julio. Si la familia tiene dos niños, lógicamente, esos precios se doblan.

‘BOOM’ DE ESCUELAS MUNICIPALES // Mucho más económicas son las escuelas municipales. Y ahí también hay un boom, ya que prácticamente no hay ningún ayuntamiento de la provincia, por muy pequeño que sea, que no organice una escuela de verano y a precios muy asequibles. «Las administraciones públicas a través de los ayuntamientos suponen una competencia muy difícil para establecimientos privados. No podemos competir con ellos vía precios. Es imposible», explican en las empresas consultadas.

El ayuntamiento de Castellón, por ejemplo, oferta 1.600 plazas para las escuelas municipales de verano a través de sus tres campañas: Temps d’Esplai (en siete colegios de la ciudad), Ven al Pinar y Ocio y Educación Especial. Almassora proyecta una escuela municipal de verano (hay 220 inscritos) y el coste es de 70 euros la quincena, mientras que Benicàssim oferta 90 plazas con un coste de 125 euros en julio y 100 euros en agosto. Mientras la UJI mantiene su oferta de la Escola d’Estiu, la Vall va más allá y programa seis escuelas temáticas (500 plazas) cuyo coste asciende a 50 € aunque existen becas del 100% para los menores que tengan un informe de Servicios Sociales.

Otra opción que también gana enteros es que lo niños pasen un a semana fuera de casa, en concreto en colonias o campus temáticos. Este año el Mangranar ha preparado el English Summer Camp. «Se trata de un campus muy familiar que funciona casi como un hotel y en el que los niños aprender inglés y, sobre todo, hace mucha piña entre ellos», Estela Agustí, responsable de la masía de Atzeneta.