Era cuestión de tiempo que sucediera y las consecuencias ya están aquí. Primero la crisis y después las reformas están empezando a afectar a quienes se retiran del mercado laboral. Y les afecta negativamente. Los 3.725 trabajadores de Castellón que se jubilaron a lo largo del año pasado lo hicieron con una pensión media de 1.197 euros al mes. Son 2 euros menos que quienes se jubilaron durante el 2015. No es mucho dinero, apenas da para un par de barras de pan, pero la importancia del descenso no es la cantidad. La clave está en que se pone punto y final a una evolución alcista que parecía implacable y que según advierten los expertos puede marcar la tendencia de los próximos años.

El aumento de la pensión de los nuevos jubilados parecía inexorable y los datos así lo demuestran. Quienes en Castellón se retiraron del mercado laboral en 2005 empezaron su nueva vida cobrando una pensión media de 628 euros al mes. En el 2015, según la estadística del Ministerio de Empleo, esta prestación ascendió a 1.199 euros al mes. Un aumento del 90% cuya tendencia se ha visto ahora interrumpida hasta situarse en 1.197 euros.

Pero, ¿por qué ha bajado la pensión media de los que se jubilan ahora en Castellón? Hay varias causas y la primera tiene que ver con la reforma que entró en vigor en el 2013 y que amplió el periodo de cotización que se toma para el cálculo de la base reguladora que, además, es la que determina la cuantía final de la pensión. En el 2012 se tomaban los 15 últimos años cotizados para la fijación de la base. Desde el 2013, este periodo está aumentando año tras año (en el último año fue de 19 años) hasta los 25 años trabajados en el 2022. Ese nuevo cálculo implica que aquellos que se jubilen de acuerdo con la nueva normativa perciben una prestación inferior a sus antecesores, ya que, normalmente, es hacia el final de la carrera laboral cuando se cobra un salario más elevado.

5.400 PARADOS MAYORES DE 55 AÑOS // La reducción de la prestación de los nuevos jubilados también está muy vinculada a la destrucción de empleo durante los años de la crisis, ya que quienes se han ido al paro en los últimos años de su vida laboral difícilmente han vuelto a trabajar. Esto se comprueba observando la evolución del desempleo entre quienes tienen de 55 a 64 años. Cuando el paro tocó techo a finales del 2012, en Castellón había 6.000 desempleados en ese rango de edad, según la estadística de la EPA. Ahora cuando hay muchos menos parados, sigue habiendo 5.400 que tienen entre 55 y 64 años.

Que las prestaciones de los nuevos jubilados evolucionen a la baja es algo que no sorprende en nada a los sindicatos, que llevan tiempo alertando de la situación tan compleja que atraviesa el colectivo. «Tenía que pasar y ya ha sucedido. Lo esperábamos. Las últimas reformas han ampliado el computo en la base de cotización y esto está perjudicando a los que se acaban de retirar y los que lo van a hacer en los próximos años», asegura Diego García, secretario de Organización de la Unión de Jubilados y Pensionistas de UGT-PV, que asegura cada vez hay más pensionistas que están en el umbral de la pobreza. «La pensión es, en muchos casos, el único ingreso que hay en un hogar y estos últimos años la revaloración ha sido cero y el colectivo está perdiendo poder de compra. Desde luego hay que hacer algo porque lo que tenemos claro es que se va a peor», añade.

Evaristo Soto, secretario del área de Pensionistas de CCOO-PV, apunta en la misma dirección. «Hay mucha gente que todavía no se ha concienciado, pero vamos hacia una pérdida brutal de poder de compra», explica, al tiempo que reclama medidas que frenen el deterioro del poder adquisitivo de las pensiones.

Los nuevos jubilados de Castellón cobran menos pero quien se lleva la palma son los autónomos. Un ejemplo. La pensión media de los nuevos jubilados del regimen general ascendió a 1.321 euros al mes. En el caso de los profesionales por cuenta propia la cifra se quedó en 797, es decir 524 euros menos de media al mes.

Los jubilados, además, suelen suponer la mayor parte de las nuevas pensiones. De las 7.145 altas que se registraron el año pasado en la provincia, 3.725 fueron por jubilación (el 52,1%). Le siguen las altas por viudedad (1.713), incapacidad permanente (1.291), orfandad (395) y favor familiar (21). Además, en el 2016 también bajó en Castellón la cuantía media de las prestaciones por incapacidad permanente. No obstante, el incremento de las nuevas pensiones de viudedad, de 594 euros mensuales a 632, evitó la caída de la prestación media de las nuevas altas en la Seguridad Social, que subieron hasta 957 euros, 12 más que en 2015. Esto, junto al mayor número de pensionistas, explica porqué el gasto de la Seguridad Social continúa tirando al alza.