El plan de promoción del azulejo también dedicará un importante apartado de trabajo en clave nacional. En este sentido, el principal reto en el mercado doméstico será llevar a cabo «acciones institucionales para activar planes de reforma y rehabilitación en España, para estimular la demanda», y «el seguimiento de toda la normativa».

De momento, todos los intentos de que el Gobierno de España, en coordinación y colaboración con las comunidades autónomas, ponga en marcha que, al igual que el PIVE de la automoción, dé ayudas directas a cambio de la ejecución de trabajos de reformas en viviendas han sido infructuosos. Y va casi una década. Aun así, desde Ascer remarcan a Mediterráneo que «se participa activamente en el grupo de Fomento de la Reforma y Rehabilitación en España, formado por sectores y actividades relacionadas y que tienen el objetivo común de impulsar la actividad».

El sector cerámico ha cerrado el año 2016 con un alza de ventas en España de 755 millones de euros (un 17,5% más en solo doce meses). Aun así, las cifras todavía quedan muy lejos de los 2.000 millones de euros que en su día llegó a representar el mercado doméstico para las firmas azulejeras, a pesar de que tradicionalmente, las caídas de ventas destinadas a la obra nueva se venían compensando con las reformas, un equilibrio que se rompió en el año 2008 con el estallido de la crisis económica y, con ella, las restricciones al consumo de muchísimas familias españolas.

PRÓRROGA DE UN AÑO // Ascer recuerda que el plan estatal de vivienda «se renovó un año más», sin que la línea cubra el objetivo deseado de dar ayudas directas para todos los demandantes y tipos de vivienda. Y aunque admite que esta política «ya supuso un giro en el Ministerio de Fomento, un plan de ayudas directas al consumidor, de intervenciones menores, tipo el plan Renove, incluyendo la vivienda individual, sería más efectivo».