El calendario juega en contra de la costa, pero a favor del interior. Este año la Semana Santa cae en marzo y eso beneficia claramente al turismo rural y, de entrada, perjudica a la playa. Entre mar y montaña, la balanza se inclina más hacia lo segundo, lo que augura (al menos, de momento y sin tener en cuenta las reservas de última hora) una Pascua más benévola para el interior.

Después de varios años con campañas flojas, los empresarios del sector turístico del interior hablan de la mejor Semana Santa en años. Y eso que aún quedan varios días para poder cerrar reservas. Si la climatología (fundamental, en esta época del año) no les juega una mala pasada, el grueso de las casas rurales de la provincia van a colgar el cartel de completo. “Nos da la impresión que será la mejor Pascua de los últimos cuatro años. De momento las reservas van muy bien y ya nos quedan muy pocas habitaciones”, asegura Pep Gómez, gerente de la agencia de turismo rural Altretur, que gestiona además media docena de alojamientos en el interior, entre ellos Más de Borrás, en Villahermosa del Río.

Para los empresarios la clave del éxito de este año, además de la ayuda del calendario, está en que buena parte del sector ha sabido reinvertarse. Y lo ha hecho a base de trabajo e imaginación, “Los años 2008 y 2009 fueron muy flojos y parece que estemos empezando a remontar. Ojalá se cumplan las previsiones. El puente de San José ya fue bueno y esperamos seguir con esas buenas sensaciones”, añade Gómez, que resalta que muchos alojamientos han apostado por ofrecer más productos al cliente y llamar su atención a golpe de descuentos.

Aunque las perspectivas son positivas, quienes gestionan las casi 4.400 plazas de alojamientos rurales con los que cuenta Castellón reconocen que la situación todavía no es ni la sombra de lo que fue. “Hace unos años meses antes de Semana Santa había lista de espera. El teléfono sonaba constantemente y eso ahora mismo no está sucediendo”, explican desde la cooperativa Turistrat, con sede en Albocàsser, y que gestiona alojamientos en una veintena de municipios de Castellón.

LA NIEVE GANA A LA PLAYA // Si las previsiones para Semana Santa son buenas en la mayor parte de las casas rurales, en la costa provincial son algo más escépticos. A finales de marzo y con nieve en prácticamente todas las zonas de montaña del país, el turista parece no estar mucho por la labor de disfrutar del sol. “El calendario nos ha jugado una mala pasada. Hay mucha gente que este año ha optado por irse a esquiar y las previsiones que manejamos ahora mismo es una ocupación de entre el 45 y el 50%”, subraya la directora de un hotel de 4 estrellas de Peñíscola. Y eso que los hoteles están tirando mano de las ofertas y ofrecen paquetes de tres días en Peñíscola por 240 euros.

El año pasado en localidades como Peñíscola, Orpesa o Benicàssim se alcanzó una ocupación de entre el 70 y el 80% y eso dio alas a un sector que es uno de los pocos que está consiguiendo dar alegrías a la economía de Castellón. La mayoría fueron turistas nacionales, de comunidades autónomas como Cataluña, Aragón y Madrid que viajaron hasta la costa en busca de unos días de playa. “En 2012 los días fuertes de Pascua cayeron sobre el 10 de abril. Está demostrado que como más tarde sea Pascua, mejor”, reconoce el director de otro hotel, esta vez en Benicàssim.

Si el calendario varía de año en año, lo que apenas cambia es el tipo de turista que aprovechará el macropuente de Semana Santa para viajar (y gastar) a Castellón. Se trata de un turismo familiar y cuyo gasto oscilará entre los 20 y los 30 euros por persona y día. H