El presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, asume la ejecución del corredor mediterráneo y de las carreteras pendientes de la provincia de Castellón, si bien es “a medio plazo”. Es decir, sin concretar plazos. El motivo hay que buscarlo en el desmesurado endeudamiento que padece la Administración, que ha elevado el déficit al 8,51% del PIB en el año 2011 y que obligará a llevar a cabo más medidas de recorte.

Estos son a grandes rasgos la principales conclusiones, a lo que viene reivindicando Castellón, que se extraen de la reunión que ayer mantuvo el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, con el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y en la que abordaron otros asuntos que afectan a nuestro territorio, como son la financiación autonómica, las infraestructuras estratégicas, la política hídrica y la agricultura. El jefe del Consell afirmó haber encontrado a un presidente “sensible” y “dispuesto a colaborar” para abordar las “reivindicaciones” de la Comunitat, si bien la realidad es que la “extrema dificultad” del contexto económico entorpece la opción de llevar a cabo los proyectos pendientes de forma inmediata.

EL DÉFICIT MARCA LA AGENDA // La filosofía, enmarcada en un contexto de “colaboración”, es ser “reivindicativos, pero pacientes”. No en vano, la primera materia y la que más tiempo ocupó de la hora y media larga que duró el encuentro en Moncloa fueron las cuestiones económicas, así como las reformas a acometer. Alberto Fabra evidenció este extremo, anunciando que Valencia acogerá “antes del verano” una cumbre de presidentes autonómicos para definir los cambios a realizar para “adelgazar” la administración, después de que las autonomías se hayan convertido en las principales responsables del déficit de 60.000 millones con que se cerró el ejercicio 2011.

Volviendo a las infraestructuras, Alberto Fabra defendió que el corredor ferroviario mediterráneo “no solo es positivo para el litoral, sino para toda España”, ya que conecta con los puertos que canalizan “el 80% del tráfico marítimo en España” y “el 90% de los contenedores”. Además, permitirá abrir la Comunitat a “otros mercados emergentes”, “Creo que es un proyecto de interés nacional”, zanjó, en una iniciativa que tiene comprometidos 800 millones de euros para el tramo Valencia-Castellón, según la ministra de Fomento, en los próximos presupuestos, si bien el dato del déficit puede variar las cuentas e inversiones este año. Fabra reivindicó inversión para su prolongación hasta Tarragona, que implicaría realizar el tercer carril, en ancho europeo, sobre la actual plataforma.

Sobre las carreteras, el president explicó a Mediterráneo que han tratado la necesidad de “completar” los acuerdos existentes en materia de convenios, dado que el actual es del 2005, pero no se ejecutó durante el mandato socialista, restando las variantes de la N-340 entre Castellón, Benicàssim y Orpesa, así como la de Peñíscola, Benicarló y Vinaròs, además de la prolongación de la actual CV-10, entre el aeropuerto y Tarragona; y las mejora de la N-238 entre Ulldecona y Vinaròs; y de la N-232, a la altura de Morella, en el tramo de la Pobleta --ya ejecutada-- y el puerto de Querol, la más problemática, y que tiene que enlazar Castellón con Santander y el norte de España. H