Sin ninguna sorpresa, el aspirante a la reelección Mariano Rajoy perdió la votación de investidura que se celebró ayer. Tras una sesión de trámite, que a ratos resultó convulsa, que tuvo hasta un plante y que fue regada con provocaciones, insultos y exabruptos de todos los colores, el jefe del PP no logró la mayoría absoluta que resulta necesaria para poder pasarla. Deberá esperar a la abstención del PSOE mañana sábado.