El Rototom ha instalado una gigantesca pantalla acústica en la Dub Station (la zona con el sonido más potente), de seis metros de altura por 46 de longitud, que reducirá --junto a otras medidas-- el impacto acústico «en el casco urbano, las villas y las urbanizaciones en alrededor de un 30%», según explicó el gerente de la empresa Tecnoacústico y de la patente, Jon Zumelzu.

Son unos paneles fonoabsorbentes reutilizables, diseñados con contenedores móviles y material rígido para proteger el medio ambiente. Evitan que el «ruido sobrepase con un 80% de absorción». Tras las pruebas, la auditoría «ha sido favorable, cumpliendo la normativa».