La mayoría de residencias y clínicas privadas de la provincia de Castellón rechazan la nueva moda de vapear, pero reconocen que cada empresa puede aplicar la normativa que desee si no hay una ley, como fue la del tabaco, que les atañe directamente. Estos centros privados están a la espera de conocer la nueva normativa que la Conselleria de Sanidad prepara de forma inminente sobre el uso del cigarro electrónico para aplicarla en sus instalaciones.

En principio, el reglamento será de obligado cumplimiento en hospitales, residencias y colegios públicos, pero el sector privado ya anuncia que la prohibición la tomarán como propia cuando se haga efectiva. Por tanto, igualarán el e-cigarro al tabaco.

“Está claro que no parece que sea muy saludable, yo no recomendaría a nadie que lo usase, pero estamos a la espera de qué hace Sanidad para tomar medidas”, explicó María José Mira, presidenta de la patronal Aerte, que aglutina a 40 centros para dependientes y residencias de mayores de la provincia de Castellón.

A LA ESPERA // De igual modo, desde el Hospital Nisa Rey Don Jaime de Castellón, el único centro privado de estas características de la provincia, también se encuentran a la espera de conocer la normativa de la Conselleria de Sanidad para poder adoptarla en sus instalaciones, aunque se muestran contrarios al uso del cigarro electrónico.

En esta misma línea, se manifestó el presidente del Colegio de Odontólogos de Castellón, Victorino Aparici, quien se mostró contrario al uso del cigarrillo electrónico. No obstante, apuntó que cada clínica dental puede decidir al respecto de si permite o no vapear en la sala de espera, mientras no haya una normativa sanitaria vinculante.

Por tanto, ante este limbo jurídico, residencias de mayores y centros privados han decidido que, por prudencia, seguirán las instrucciones de la Conselleria de Sanidad para hospitales, residencias y colegios públicos. H