La recuperación del mercado laboral se acelera. El fuerte crecimiento económico se está trasladando al mercado de trabajo y, en Castellón, las contrataciones se sitúan incluso a niveles muy similares a los alcanzados durante los años previos a la crisis. Es la parte positiva. Quien busca trabajo tiene más oportunidades para encontrarlo. La negativa es que la precariedad sigue sin dar tregua y el grueso de los empleos son temporales y a tiempo parcial.

Los cuatro primeros meses de este año se han cerrado en la provincia con 66.694 contratos, un 8% más que los suscritos durante el mismo periodo del 2016, según datos del Servei Valencià de Ocupació i Formació (Servef). La cifra, positiva se mire por donde se mire, se sitúa muy cerca del dato del 2007 (año récord), cuando de enero a abril se alcanzaron las 70.800 contrataciones.

Cada vez se firman más acuerdos laborales, pero el dato llega deslucido por una mayor precariedad en el empleo. Una realidad que los sindicatos llevan meses y meses denunciando y que, de hecho, centró buena parte de las reivindicaciones en la celebración del pasado Primero de Mayo, cuando los agentes sociales salieron a la calle para reclamar empleos y salarios digno.

Que la temporalidad sigue siendo la nota dominante lo demuestran los datos oficiales. De los casi 66.700 contratos suscritos en Castellón hasta el mes de abril, solo el 11,1% fueron indefinidos. Y todo apunta a que el porcentaje no mejorará, ya que la temporada estival está a la vuelta de la esquina y es en esta época del año cuando se firman más acuerdos de carácter temporal.

Al problema de la temporalidad se une también la proliferación, cada vez mayor, de los empleos a tiempo parcial, que ya supone uno de cada tres. Un dato para demostrarlo: hasta abril se firmaron en Castellón 66.694 contratos y más de 22.600 fueron por horas. Hace tan solo dos años el porcentaje era del 19%.