El PSOE consiguió ayer frenar el avance del PP y continuar gobernando en Andalucía, pese a haber perdido nueve escaños y mantener únicamente una superioridad numérica de diputados en la provincia de Sevilla, donde a pesar de perder dos escaños cuenta aún con dos más que los populares. Las fuerzas han quedado muy equilibradas entre los dos grandes partidos, porque, de hecho, de los nueve escaños perdidos por el PSOE, seis han ido a parar a IU, que logró un gran éxito electoral al doblar su representación en el Parlamento andaluz y obtener diputados en las ocho provincias. Ese equilibrio entre los dos grandes se refleja en que el PP le sacó solo tres escaños a los socialistas en toda Andalucía (50 a 47) y un punto escaso de diferencia en porcentaje de voto. Lo que contradice todas las encuestas y supone un retroceso del PP respecto de las elecciones generales del 20-N, cuando superó en 12 puntos al PSOE.

Los socialistas de Griñán fueron la fuerza más votada no solo en Sevilla, también en Jaén y Huelva, pero en esas dos circunscripciones empatan en número de escaños con el PP, cinco para cada uno. Lo más destacable, con todo, fue que los populares superaran al PSOE en número de votos en Córdoba y en Cádiz.

Las grandes ciudades

En la primera provincia, el PSOE perdió un escaño que va a parar a IU y empata con los conservadores a cinco, y en Cádiz, se dejó dos diputados --pasó de ocho a seis-- que se reparten entre el PP, que se queda con siete, y la coalición de izquierdas, con dos. El resultado gaditano ratifica lo que ya le lleva pasando al PSOE desde hace tiempo: pierde en las provincias de la costa y las grandes ciudades. Así, en Málaga, donde hace ya años los populares son los más votados, se repitió el reparto de ocho diputados para el PP y siete para el PSOE aunque esa circunscripción tenía un diputado más que se quedó IU, ahora con dos escaños.

Es decir, que los populares no aumentaron su representación en una provincia que dominan desde hace ya lustros. Lo mismo que en Almería, donde el PP mantiene los siete diputados que ya tenía, mientras el PSOE pierde uno en favor de IU.

En Granada, el PP quedó por encima, pero el reparto se mantuvo idéntico: seis para PP y PSOE y uno para la coalición de izquierdas. Así que la provincia que ha frenado la vaticinada caída socialista ha sido básicamente la de Sevilla, donde obtuvo casi 80.000 votos más y los socialistas conservan nueve de sus 11 diputados; los populares solo suben uno, igual que IU.

Los rivales internos

Estos resultados refuerzan el poder de José Antonio Griñán en el PSOE, español y sobre todo en el andaluz, no solo porque seguirá gobernando contra todo pronóstico, sino porque parte de la caída se ha producido en los feudos de sus rivales internos. Es el caso de Cádiz, donde los seguidores del expresidente Manuel Chaves conservan aún el control del partido. También ha caído el voto en el feudo jienense de Gaspar Zarrías. La disputada Sevilla, donde hubo la principal batalla interna que ganó la gente de Griñán al elaborar las listas, se mantiene fiel al socialismo.