El interior de la provincia se tiñó ayer de blanco a la vez que las intensas lluvias eran la nota dominante en todo el litoral. Varios conductores se quedaron atrapados y necesitaron la ayuda de los bomberos, mientras que el puerto cerró al tráfico marítimo por olas de hasta 4 metros. Los vientos de hasta 60 km/h y las fuertes precipitaciones causaron estragos a los castellonenses para intentar moverse por las ciudades, en tanto que las previsiones de Aemet apuntan a que seguirá el mal tiempo hasta el próximo lunes.