Cuanta más formación, menos paro y mejores salarios. Al menos, eso es lo que dicen las estadísticas. En Castellón, la tasa de desempleo entre quienes solo cuentan con estudios primarios alcanza el 40,2%, mientras que baja al 17,9% en el caso de los que poseen un título superior. Por eso, no es extraño que muchos jóvenes hagan el esfuerzo de estudiar una carrera con el sueño de encontrar un buen empleo con el que poder independizarse.

Pero una cosa son las expectativas que uno tiene cuando comienza a estudiar y otra, y muy diferente, lo que demandan las empresas de Castellón. Y en la provincia, por goleada, ganan los perfiles poco cualificados. Las ocupaciones del llamado grupo 9, el de menor cualificación profesional, son las que mayor número de demandantes de empleo acumulan en las oficinas del Servef y también las que más contrataciones registran: cuatro de cada 10 contratos que se firmaron en el 2014 fueron para trabajar como peones agrícolas y de la industria manufacturera, pero también personal de limpieza, ayudantes de cocina, peón de la construcción o empleados domésticos. Entre todas suman nada menos que 59.561 contratos, casi el 40% de los 179.043 que se registraron en el último año en la provincia.

El Comité Económico y Social de la Comunitat Valenciana (CES) acaba de hacer público el informe Mercado de trabajo, políticas de empleo y relaciones laborales, en el que se analiza cómo se ha comportado el mercado laboral provincial en el último año. Y hay una de cal y otra de arena. La parte positiva es que Castellón finiquitó el año con 179.043 contrataciones (un mismo trabajador puede encadenar más de un acuerdo laboral), casi 25.5000 más que el ejercicio anterior. El lado menos bueno, que también lo hay, es que quien mueve el mercado laboral en la provincia son las profesiones que no requieren ninguna titulación.

EL CAMARERO, EL REY // Los trabajos del llamado grupo 9 suponen cuatro de cada 10 contratos, pero en Castellón la profesión con más demanda es la de camarero. En una ­provincia prácticamente volcada en el sector servicios, principalmente en el turismo, no es de extrañar que durante el año pasado se formalizaran 28.390 contratos para servir mesas o estar detrás de una barra. Una cifra que fue incluso superior a la del 2013, cuando se contabilizaron 23.167, y que concentra el 15,86% de los empleos creados.

Que camareros y peones agrícolas lideren la lista de las ocupaciones más contratadas en Castellón es algo que preocupa a los sindicatos, pero también a los empresarios. “Seguimos estando marcados por un sistema productivo que se apoya en dos sectores fundamentales: el agrario y el sector servicios, que se desarrollan principalmente con las campañas de cítricos o con los puentes festivos y época estival, y por eso la contratación que se realiza es de carácter temporal”, apunta Ana María García, secretaria de Empleo de CCOO PV.

Los empresarios coinciden también en que la industria debería tener más peso en la economía y eso acabará trasladándose al mercado laboral. De hecho, José Vicente González, recientemente reelegido presidente de la patronal autonómica Cierval, no se cansa de repetir que uno de los grandes retos empresariales pasa por lograr que la industria suponga el 20% del PIB.

eL ‘LADRILLO’ SE RECUPERA // La industria generó 12.709 contratos el año pasado en Castellón, y aunque fueron 4.618 más que el ejercicio anterior, apenas supone el 7,10% del total, menos de la mitad que de camareros.

Otro dato que muestra el informe del CES es que poco a poco la construcción va dejando atrás los números rojos y empieza a crear empleo. Las empresas de la provincia contrataron en el 2014 a 4.050 albañiles, 730 más que durante el año anterior. Y este 2015 la tendencia también es el alza. La ocupación en el que fuera uno de los grandes motores económicos de Castellón ha aumentado en 794 personas, al pasar de los 11.499 trabajadores de diciembre del 2014 a los 12.293 de junio de este año. O lo que es lo mismo, 133 empleos al mes. H