En un mundo en el que los gigantes de internet como Facebook, Google o Amazon estarán sujetos a un mayor escrutinio por parte de las autoridades, tanto por su control de los datos como por sus técnicas tributarias, y en el que crece la amenaza de un mayor proteccionismo abanderado por la Administración de Donald Trump en EEUU, la economía global crecerá, aunque con cierta ralentización de las economías avanzadas -hasta el 2% frente al 2,2% del 2017-, según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Ya hay quien vaticina una futura crisis, ya que el capitalismo las vive cada 8 o 10 años y la última estalló en el 2008.

Con unos mercados que viven el auge de la criptomoneda bitcóin, que muchos expertos auguran que puede protagonizar la próxima burbuja financiera, el FMI apunta a un mayor dinamismo de las economías emergentes. Una de las locomotoras entre los países avanzados será EEUU, cuya reforma fiscal, la mayor en los últimos 30 años, puede disparar el dólar y conseguir la repatriación de miles de millones de dólares de liquidez de sus multinacionales. La parte negativa del «America First» (América, primero) de Trump es que puede ralentizar el comercio y la inversión internacional.

La zona euro, donde entrarán en vigor nuevas reglas para aumentar la transparencia en el sector financiero, se desinflará. Y, dentro de este bloque, España experimentará una desaceleración, que el Gobierno atribuye al impacto de las tensiones políticas en Cataluña. Pero hay también otro factor: la falta de Presupuestos del Estado para el 2018, ya que el Ejecutivo de Mariano Rajoy no logró en el 2017 los apoyos suficientes, esencialmente por el distanciamiento del PNV por la postura del Gobierno con Cataluña y al riesgo de que un posible apoyo le pasara factura electoralmente.

Esto dificulta la salida de España del control comunitario del procedimiento de déficit excesivo en el 2018, del que ya ha salido incluso Grecia, y la posibilidad de encarar reformas pendientes que requieren consenso, como la de las pensiones.

el pacto de toledo // Este año también podría haber novedades en la reforma de las pensiones, cuya comisión ha analizado el Pacto de Toledo con el fin de garantizar las jubilaciones venideras. De momento, lo único cierto es que las pensiones perderán poder adquisitivo este año y muy posiblemente los próximos también, ya que el Ejecutivo del PP no parece tener intención de aumentar la revisión de las mismas. La caja de la Seguridad Social sigue menguando y ya solo quedan unos 8.000 millones de euros, lo justo para pagar la extra de junio. Urge una modificación y todo a punta a que el pago de las pensiones saldrá de los presupuestos del Estado, pero para eso aún queda mucho debate.